Presentada en 2014 y posteriormente actualizada en 2017, no había duda de que BMW acometería una necesaria remodelación de la supernaked S 1000 R de cara a 2021. El modelo más potente entre su oferta de roadsters -creada bajo el patrón de la más radical S 1000 RR- que mantiene los puntos fuertes del modelo precedente, mejora su electrónica y reduce drásticamente su peso (6,5 kg) gracias a un chasis renovado más ligero y un propulsor (ahora Euro 5) igual de poderoso, pero también más liviano.
Con una potencia de 165 CV a 11.000 rpm, mantiene el cuatro cilindros de 999 cc -heredado de la superbike- convenientemente optimizado para mejorar la entrega de potencia en la gama media de revoluciones; disponiendo al mismo tiempo de más de la mitad del par (más de 80 Nm) motor total a partir de las 3.000 vueltas. Un motor con una curva muy lineal que saca todo su carácter si le “apretamos la oreja”, que recibe unas relaciones de cambio (4ª, 5ª y 6ª) más largas y un nuevo escape (compatible con la Euro 5) más ligero que el de su predecesora.
Además, gracias a las evoluciones efectuadas en la S 1000 RR se beneficia de la IMU de 6 ejes Bosch encargada de gestionar el paquete de ayudas electrónicas -control de tracción dinámico, ABS Pro, tres modos de conducción (Rain, Road y Dynamic), Hillstar control- que puede mejorarse de manera opcional con los Modos de conducción Pro, con modo adicional Dynamic Pro, control dinámico de freno motor, launch control, arranque en pendiente…
En lo referente al chasis (Flex Frame) es ahora también más liviano que el anterior y más estrecho, reduciendo así la anchura de la S 1000 R y mejorando considerablemente la ergonomía de la nueva moto. A lo que también contribuye la abrazadera que dispone el manillar, que permite un ajuste en dos posiciones.
Diseño más dinámico
La nueva generación de la S 1000 R estrena un nuevo look, más acorde con el de la actual S 1000 RR y con mayor presencia de la carrocería en sus laterales y recibe, junto al Rojo metalizado de serie, los acabados Sport y M. También actualiza su equipo de iluminación -ahora full LED- y el diseño de sus ópticas anterior y posterior (con luz de giro adaptativa y luz diurna como opción de fábrica), así como los intermitentes, ocultos los delanteros y con función integrada de luz trasera/freno en el caso de los traseros.
Y para rematar, una moderna pantalla TFT de 6’5” -similar a la que utiliza la RR- sustituye la antigua instrumentación con el tacómetro analógico. Ofreciendo una mejor legibilidad a través de las diferentes pantallas que el usuario puede personalizar -en función del uso o el tipo de conducción que esté realizando- y que además incorpora de serie una interfaz para sincronizarse mediante Bluetooth con nuestro smartphone.