La custom bávara sigue demostrando que es una excelente base de customización a través del programa “SoulFuel”; mediante el que BMW Motorrad deja en manos de auténticas personalidades en el mundo de la personalización su nueva cruiser, dándoles carta blanca que nos sorprendan con sus impactantes interpretaciones.

Si en un primer momento fue el norteamericano Roland Sands quien nos sorprendió con un radical dragster -alimentado con óxido nitroso- aprovechando la contundente entrega del monumental Big Boxer; y poco después Bernhard Naumann quien nos fascinaba destapando el lado más deportivo del modelo -respetando su concepto clásico- a través de la R 18 Blechmann; en este caso el elegido ha sido Dirk Oehlerking -alma mater de Kingston Custom y responsable de creaciones tan espectaculares como la Black Phantom, White Phantom e incluso la distinguida Good Ghost- quien nos deleita con esta “Spirit of Passion” que podríamos calificar como la versión Art decó de la R 18.

Respetando elementos como el chasis, propulsor, suspensiones, depósito de combustible así como el acabado de pintura -en color negro con el clásico doble fileteado en blanco de las primeras motos de la Bayerische Motoren Werke- el principal atractivo de la Spirit of Passion es su majestuoso carenado de líneas clásicas y redondeadas. Con un moderno faro de LED incrustado en “lo más profundo de su ser” y guiños al pasado -con un minúsculo parabrisas- y los clásicos “riñones” que lucen los automóviles de la firma de Múnich en su radiador. Un carenado que, junto con el envolvente guardabarros trasero, el manillar o el escape, han sido fabricados de manera artesanal por Oehlerking siguiendo el característico estilo de Kingston Custom.

Unos intermitentes Kellermann y un asiento extraído del catálogo de accesorios de la R 18 completan los detalles que han convertido a esta Spirit of Passion en el proyecto “más impresionante de toda mi carrera”, tal como ha declarado el piloto y diseñador Dirk Oehlerking.