La primera superbike con configuración V4 de la época moderna (tras las Honda RC30 y RC45 de los ‘90) y, quizás de algún modo, la responsable del cambio de paradigma en las filas de Borgo Panigale, afronta 2021 completamente renovada pese a no estar presente actualmente en la parrilla del Mundial de Superbike. Una situación que no es un obstáculo para que la RSV4 -desarrollada por el departamento de competición Aprilia Racing, con 54 títulos mundiales en su haber (siete en el WorldSBK)- siga demostrando su absoluto pedigrí racing.

Y qué mejor manera para celebrar su debut, que poniéndola en manos del doble campeón de SBK (y tetracampeón de 250 cc) el romano Max Biaggi -artífice de gran parte de los éxitos obtenidos por la RSV4 en el campeonato de motos derivadas de la serie- para que sus experimentadas manos exprimiesen todo el potencial de la última evolución del V4 de Noale en el rápido trazado del Misano World Circuit Marco Simoncelli.

Mejor aerodinámica

Lo primero que nos llama la atención de la nueva RSV4 (y su exclusiva versión Factory) es su renovada imagen. Fruto de un sinfín de horas de trabajo en el túnel del viento -con el objetivo de mejorar la aerodinámica y su rendimiento a altas velocidades- y claramente inspirado en la recién llegada a las filas de Noale, la RS660, que con su frescura y diseño ultramoderno ha servido de fuente de inspiración a nueva RSV4 2021.

Así, además de estrenar unas nuevas alas integradas en el carenado -que mejoran la estabilidad en altas velocidades, durante las frenadas y mejorando la refrigeración del motor- las nuevas formas de su carenado reducen el coeficiente de resistencia aerodinámico (ofreciendo un 11% más de protección frente al aire al piloto) aumentando, al mismo tiempo, en un 7% la presión del aire en el airbox gracias al diseño de su frontal; con los beneficios en el rendimiento del motor que eso conlleva. Unas novedades en el frontal de la moto que se completan con la nueva óptica de triple LED, con los intermitentes integrados en los perfiles del sistema DRL y luces de curva (que iluminan el interior de la curva al inclinarse), responsables de la nueva mirada felina de la RSV4.

Además, estrena un depósito de combustible de nuevo diseño -que ofrece un mayor apoyo en las frenadas, reduciendo el esfuerzo de los brazos- y un asiento y reposapiés situados 9 mm más bajos, con la intención de conseguir una mayor integración del piloto tras el carenado y una posición de conducción más natural y relajada.

Más par y mejoras en la electrónica y parte ciclo

Como ocurre con todos los modelos que quieren permanecer en los catálogos de los fabricantes, la nueva RSV4 ha actualizado su propulsor a las exigencias de la normativa Euro5. Un proceso para el que, además reducir sus emisiones contaminantes -gracias a un nuevo sistema de escape con catalizador de sustrato de matriz cerámica- ha sido necesario aumentar ligeramente la capacidad de V4 hasta los 1.099 cc, con la intención de mantener intacta su descomunal cifra de potencia 217 CV a 13.000 rpm; y la ventaja de un aumento del par disponible, de 122 Nm a 11.000 rpm hasta los 125 Nm a 10.500 rpm actuales.

Una actualización que llega acompañada de la nueva unidad de control Magneti Marelli ECU 11MP, más rápida que la anterior y capaz de gestionar algoritmos más complejos y de una nueva IMU de seis ejes encargado de la gestión electrónica de la última generación (la 5ª) del paquete APRC (Aprilia Performance Ride Control). Un evolucionado paquete de ayudas derivado directamente de las motos de competición que introduce como novedades el control ajustable del freno motor AEB (Aprilia Engine Brake), y tres modos de conducción adicionales. Además del control de tracción, anti-wheelie, launch control, control de crucero, pit limiter, quickshifter…ya conocidos.

La parte ciclo recibe un basculante inspirado en el que utiliza la Aprilia RS-GP, reforzado con una barra en su parte inferior con el objetivo de aumentar la estabilidad de la moto en la fase de aceleración.

Disponible en el esquema Dark Losail -combinando gris y negro- la versión Factory sigue representando la máxima expresión en cuanto a exclusividad, equipada con suspensiones semiactivas Öhlins Smart EC 2.0, el tope de gama de la firma italiana las potentes Brembo Stylema en su equipo de frenos y llantas de aluminio forjado. Una versión que, además de en decoraciones Lava Red y Aprilia Black, homenajea a la icónica RS 250 de 1994 Réplica Reggiani combinando el púrpura y el rojo en un acabado absolutamente arrollador.