Finalmente, Yamaha ha confirmado los rumores de los últimos meses, poniendo en escena una de las motos de media cilindrada más esperadas: la nueva Yamaha YZF-R7. Que recupera las siglas de una de las denominaciones más ilustres en el paso de la firma por el Mundial de SBK, para abrir un nuevo capítulo en la historia de las deportivas de Iwata. Sirviéndose de la excelente base que brinda la naked A2 MT-07 -con su bicilíndrico en paralelo CP2- y aderezada con todo el ADN racing característico de las YZF de ‘los diapasones’.

Una receta que se supone exitosa desde la base, que sigue lo que ya podemos considerar como ‘la tendencia del momento’ (iniciada por Aprilia con su RS 660), dando lugar a auténticas deportivas de raza accesibles para todo tipo de clientes. La nueva generación de motos de supersport que anteponen, frente a las elevadas cifras de potencia de los ‘tetras’, un conjunto más ligero con una equilibrada relación peso/potencia capaz de satisfacer a un amplio abanico de usuarios independientemente de su nivel.

Deportiva A2

Bajo su agresiva y aerodinámica silueta, la nueva R7 esconde muchas de las soluciones introducidas por la MT-07 2021. Desde el efectivo bicilíndrico CP2 (Euro5) con el cigüeñal a 270º, con su característica entrega de par -muy lineal y con mucho empuje en todo el rango de revoluciones- que lo convierte en muy dinámico y altamente aprovechable. Con unas prestaciones idénticas a las de su compañera naked -73,4 CV a 8.750 rpm y un par de 67 Nm 6.500 rpm- (junto a una versión 35 kW para el A2) además de una ECU con diferentes especificaciones, una nueva configuración en el sistema de inyección, unos conductos de admisión de aire optimizados y un rediseño del sistema de escape, la nueva R7 cuenta con unos desarrollos algo más cortos que subrayando el carácter deportivo de la máquina.

Junto a esto, destaca por la incorporación de embrague antirrebote (A&S) -con el aumento de seguridad que supone en las frenadas más bruscas- permitiendo un pilotaje más controlable; ofreciendo, además, cambios de marcha más suaves que con un embrague estándar. Como equipamiento opcional, los usuarios podrán instalar un sistema de cambio rápido (quickshifter), para subir marchas más rápidamente, aprovechando al máximo toda la aceleración de su bicilíndrico de 689 cc.

En la parte ciclo, mismo chasis tipo diamante que la MT-07 (con unas geometrías prácticamente idénticas), con ligeras mejoras en las suspensiones y frenos. Donde introduce una horquilla invertida KYB de 41 mm (totalmente ajustable) en el eje delantero -mientras que detrás mantiene el mismo monoamortiguador, con unos settings más deportivos- y unas potentes pinzas de 4 pistones y anclaje radial junto a una bomba Brembo que ofrece una presión de freno más lineal.

Pedigree R

Como desvela la R de su denominación, la nueva R7 ostenta todo el ADN racing presente en las deportivas de Iwata. Algo que ponen de manifiesto las aerodinámicas formas de su carenado -con una clara inspiración en las R1 y R6- donde destaca el diseño de la triple óptica frontal LED (siguiendo la propuesta de la última generación MT-07) con una óptica central ubicada en la toma de aire central con forma de M y dos “ojos rasgados” en los laterales que traen a nuestra memoria las utilizadas en la R6.

Una moto con unas dimensiones realmente compactas, que destaca por la extraordinaria estrechez del conjunto (incluso más que la R3 y la R125) convirtiéndose en un ejemplo en lo relativo a eficiencia aerodinámica. Ofreciendo, al mismo tiempo una posición muy deportiva, sin llegar al extremo, para adaptarla a las necesidades de los diferentes tipos de usuario a los que va dirigida.

Una deportiva ligera (188 kg) con especial predilección hacia las carreteras reviradas pero que, como buena R, está deseando demostrar todo su potencial en un circuito cerrado.