Kawasaki anuncia las ediciones 2022 de su clan ‘crossero’ KX -en las cilindradas de 250 y 450- que, en esta ocasión, mantienen las mismas especificaciones de las versiones precedentes. Siguiendo la filosofía del "Si funciona, ¿por qué tocarlo?" y confirmando la efectividad del modelo que se presentó en 2019 (KX450 beneficiada de ligeras mejoras durante los años posteriores) y 2021 (KX250).

La ‘dos y medio’ alardea de un potente motor 4T que utiliza tecnología de empujadores por balancines, derivada directamente de la Ninja con la que Kawasaki domina en el Mundial de Superbike. Equipada con tres modos de motor seleccionables y control electrónico de salidas, tras las actualizaciones efectuadas en 2021 -embrague hidráulico, arranque eléctrico, un chasis y basculante similar al de la 450 y ajustes en su equipo de suspensiones KYB- para el próximo año tan solo recibe cambios en su apartado estético con una nueva gráfica y manteniendo el característico verde lima de los de Akashi.

Misma situación para la KX450 que, tras la completa renovación del modelo en 2019 -año en el que hizo aparición el arranque eléctrico- y las actualizaciones recibidas el pasado año -reduciendo la fricción en el interior del cilindro, rediseño de la cámara de combustión, estrenando el embrague de accionamiento hidráulico y recibiendo algunas modificaciones en el diseño del chasis y basculante- se mantiene inalterada, demostrando una absoluta confianza en el paquete ofrecido.

Un conjunto muy equilibrado, con un motor muy potente -uno de los más potentes de la categoría- equipado con sistema de control de salidas, y cuatro modos de motor seleccionables desde el manillar; que trabaja en consonancia con una efectiva parte ciclo con un chasis perimetral de aluminio, unas suspensiones en las que destaca su imponente horquilla invertida Showa SFF de 49 mm y un equipo de frenos firmado por Nissin.

Dos cross de ‘pura sangre’ que llegan a los concesionarios de la firma verde, para ponerse al alcance de los pilotos más exigentes.