BMW se encuentra inmersa en el desarrollo de la siguiente generación de su inquebrantable GS bóxer, como demuestran las primeras fotos espía del modelo que han revelado nuestros compañeros de VisorDown y Motorcycle.com. Unas imágenes en las que podemos apreciar algunos de los cambios que los de Múnich tienen preparados para su incombustible maxi trail.

El primero, y más importante, es el paso a una refrigeración exclusivamente por agua del bóxer teutón (tras la combinación aire-agua de la versión actual). A juzgar por el mayor tamaño de los radiadores que se adivinan a ambos lados del depósito y por las cubiertas adicionales que han colocado sobre ambos cilindros. Un detalle, este último, que pese intentar ocultar algunos detalles de los nuevos cilindros, nos revela lo innecesario del aire para refrigerar el nuevo bóxer de BMW. Un motor del que, siguiendo la lógica, se beneficiará también, el resto de modelos bóxer del fabricante: RT, RS y R.

El escape también parece tener unas dimensiones más recogidas, aunque este tipo de elementos suelen cambiar según evoluciona el modelo.

Cambios también en la suspensión delantera que, a causa del mayor tamaño de los radiadores, podría abandonar el tradicional sistema Telelever sustituyéndolo por una horquilla invertida tradicional. Y novedades también que afectarán a la estructura del chasis, a juzgar por los paneles laterales que astutamente han colocado (simulando este elemento) evitando dar ninguna pista.

Otro de los detalles que nos llaman la atención al observar detenidamente el diseño del nuevo modelo son las proporciones. Que, a primera vista, nos hacen imaginar una GS algo más compacta. Quizás pensando en mejorar las capacidades off-road de una moto que, pese a estar concebida para un uso dual, solo unos pocos elegidos son capaces de “apretarle la oreja” fuera del negro asfalto.

Un diseño actualizado -tras la profunda renovación que BMW efectuó en el modelo en 2019- en el que también destaca el rediseño de su óptica delantera, ubicada ahora casi en el extremo de su inconfundible pico de pato. Y quizás abandonando la asimetría que introdujo la R 1150 GS en el año 1999. Dejando, al mismo tiempo, bajo el parabrisas espacio suficiente para alojar el sensor de radar para el control de crucero activo.

Con la M 1300 GS en el horizonte

Recientemente el fabricante alemán patentó la denominación M 1300 GS. Un movimiento que, además de darnos una pista sobre la cilindrada del nuevo propulsor bóxer que desde BMW están evolucionando (con algo más de potencia), nos advierte sobre sus intenciones de poner en escena otro modelo desarrollado por el departamento M Motorsport.

Como ya han hecho con su buque insignia en la categoría de deportivas -la nueva M 1000 RR- y que podría significar el lanzamiento de una nueva versión, de altas prestaciones, con la que enfrentarse a la efectiva crossover V4 de los de Borgo Panigale. Unas suposiciones para las que, de ser ciertas, todavía deberemos esperar a que se hagan realidad.