Brixton cuenta en su catálogo con una gran variedad de motos A1 y A2 que comparten el gusto por unos diseños absolutamente rompedores. Entre los que hoy ponemos el foco en la pequeña Crossfire 125 XS. La menor de la saga de “la gran X” -con las dos versiones de la Crossfire 500 al mando del clan- que defiende un concepto que iniciaron en el país del sol naciente modelos como las icónicas Honda Monkey y Dax o la Yamaha Chappy: El de las motos ultra compactas.

Para ello la Brixton Crossfire 125 XS se apoya en un diseño único, cercano al estilo scrambler, con un guardabarros delantero elevado, neumáticos de tacos y un escape con salida lateral adornado por un protector térmico perforado, siguiendo la tendencia de este tipo de motos. Un pequeño faro circular -cubierto con una máscara con visera- otorga una simpática mirada a esta compacta moto, que exhibe una silueta en forma de X en las formas de su depósito, haciendo un guiño a su hermana mayor Crossfire 500.

El propulsor es el mismo monocilíndrico de 125 cc refrigerado por aire (Euro5) que equipan el resto de modelos del ‘octavo de litro’ Brixton. Capaz de rendir una potencia por encima de 11,13 CV a 9.000 rpm ofreciendo al mismo tiempo unos consumos realmente reducidos. Una potencia suficiente para mover los 111 kg que declara sobre la báscula con absoluta soltura y agilidad. Y asistida por un equipo de suspensiones (con una horquilla invertida en su eje delantero) y frenos (con un disco en cada eje y sistema CBS) que cumplen a la perfección.

Una auténtica ‘fun bike’ con un carácter muy urbano, que planta cara al escuadrón de pocket bikes del ‘ala dorada’ -MSX125 Grom y Monkey- con la seguridad que da su imbatible precio de 2.099 €, acompañado del primer año de seguro gratuito.