CFMoto se mete de lleno en el segmento de las motos con tintes retro con esta naked que se desmarca del resto de la gama en cuanto a estilo y que será acompañada en un futuro próximo por una versión Sport, aunque no está confirmada su llegada todavía a nuestro mercado. Tanto por las prestaciones de su bicilíndrico en paralelo de 700 cc de 74 CV, como por la buena relación calidad precio que demuestra, este modelo llega para competir con lo mejor del segmento de motos desnudas limitables para el carnet A2.
La 700CL-X Heritage combina de una manera acertada la estética ultramoderna, que caracteriza al resto de modelos CFMoto, con detalles más clásicos y destellos scrambler.
Como ya hemos comentado, uno de los principales encantos de la CFMoto 700CL-X Heritage radica en su su elaborado diseño. Que mezcla con maestría diferentes elementos, dando lugar a un concepto de moto poco común. Desde su imponente faro con tecnología full LED y sistema DRL-ubicado sobre una carcasa que simula una X- abriéndonos paso hacia las dos tomas de aire laterales, rematadas por unos elegantes paneles de aluminio, a ambos lados de su estrecho depósito de combustible con 13 litros de capacidad, hasta el asiento a dos alturas, bajo el que se integran los intermitentes y la óptica trasera en forma de H. Esto permite el portamatrículas sobre el neumático trasero, descargar la zaga de la moto ofreciendo una línea minimalista y cierta sensación de ligereza.
Pero de nada sirve “una cara bonita” si no está acompañada de unos componentes a la altura. Por eso la CFMoto 700CL-X se apoya en un ligero bastidor de estructura tubular en acero al cromo-molibdeno (de tan solo 16,6 kg) junto a un basculante doble brazo de aluminio con un tirante de refuerzo superior. Asistidos por un equipo de suspensiones que brilla con luz propia, formado por una horquilla KYB de 41 mm -ajustable en compresión, precarga y rebote- y en un monoamotiguador con bieletas, también con posibilidad de ajuste (rebote en 20 posiciones).
En el apartado de frenos la 700CL-X confía en material de primer nivel. Con un disco en cada eje (320 mm/260 mm) y pinzas J.Juan, de anclaje radial y cuatro pistones delante y de un único pistón detrás. Junto a un sistema ABS desarrollado por Continental, que asegura la máxima seguridad en todo tipo de frenadas. Unas llantas de aluminio de 17” y 18” y 20 brazos le otorgan un toque distinguido invitándonos, a su vez, a pequeños escarceos off-road gracias a los competentes Pirelli MT60RS que calza.
Encargado de mover con suficiencia los 196 kg con todos los líquidos que declara sobre la báscula, nos encontramos con su moderno bicilíndrico en paralelo de 692,6 cc. Un propulsor refrigerado por agua, distribución DOHC y 8 válvulas, que supone la última evolución frente a las plataformas de 250, 300, 450 y 650, situándose a la cabeza de estas en cuanto a prestaciones. Con una potencia de 73,8 CV a 8.500 rpm y un par de 68 Nm a 6.500 rpm, permite la limitación a 35 kW para usuarios en posesión del A2. Una unidad que respira a través de un escape 2 en 1, con un silenciador compacto tipo Supertrapp poniendo la nota de deportividad a este twin.
El motor cuenta con acelerador electrónico, dos modos de conducción (Eco y Sport) -para adaptarse al estilo de conducción del piloto y las necesidades del piloto-, embrague antirebote, control de crucero y sensor antivuelco. Este último, un sistema que corta el encendido del motor cuando detecta un grado de inclinación inusual.
Y un equipamiento que sigue la misma línea: toma de carga USB bajo el asiento y una vistosa pantalla esférica LCD de 75 mm de diámetro con ordenador de a bordo.
Sin duda se trata de una naked con toques scrambler muy especial, que llega para hacer temblar los cimientos de la escena neo retro, al ofrecer mucho por muy poco. Y es que, un paquete tan completo por tan solo 7.195 € es algo muy tentador en el segmento.