Finalmente, Kawasaki ha presentado a la nueva integrante en su familia de motos de 650 cc. Surgida en 2005 con el lanzamiento de la ER-6 (tomando el relevo a la económica ER-5 de ‘medio litro’, la familia de ‘seis y medio’ de Kawa propulsadas por el robusto bicilíndrico en paralelo, ha ido evolucionando y ganando presencia a lo largo de los años en el catálogo de Akashi. Con la trail asfáltica Versys incorporándose a la saga un año más tarde (2006), la Vulcan S erigiéndose como la custom de referencia en la oferta del fabricante desde 2014 y las Ninja 650 y Z650 tomando el relevo de las ER-6F y N (respectivamente) en 2017, alineando su estilo con los modelos de mayor cilindrada en las categorías sport y naked.

Y con la llegada de la nueva Kawasaki Z650RS a la escena retro -dirigida a un público joven con cierto espíritu nostálgico y gusto por las motos de estilo vintage- el cuarteto se ha tornado en un quinteto redondo en el mercado actual de media cilindrada.

Algo similar a lo que ocurre con las CB500 de Honda (CB500F, CBR500R, CB500X) -con la Rebel 500 demostrando su rebeldía custom desmarcándose de la denominación- con una potencia ligeramente por debajo a la de las Kawa, a consecuencia de esos 150 cc de diferencia. Y con la sutil diferencia de que, en el caso de las Honda, el toque retro lo pone la Neo Sports Café CB650R que confía en el cuatro cilindros de Tokio.

Un 'seis y medio' muy bien aprovechado

Cinco modelos con cinco enfoques bien distintos, concebidos sobre la excelente fiabilidad un propulsor con unas prestaciones muy accesibles para todo tipo de usuarios. Junto a una parte ciclo ciclo (con ligeras diferencias) y electrónica sin excesivos alardes, pero muy válidas. Demostrando la absoluta efectividad de una base motriz capaz de adaptarse a la perfección a 5 tipos de motos con unas aspiraciones muy distintas, dirigidas a unos usuarios con unas expectativas muy diferentes.

Kawasaki Z650RS: La recién llegada. Heredera de un concepto similar al que sigue la Z900RS, la Z650RS se apoya por completo en el paquete de su compañera naked Z650 (chasis, basculante, suspensiones frenos y propulsor), embelleciéndolo con una imagen vintage absolutamente irresistible. Inspirándose, en esta ocasión, en la Z650-B1 del ‘77 (basada en el concepto que introdujo la Z1 en 1971) la nueva Z650RS pone al alcance de aquellos en posesión del A2 un producto al que hasta ahora no tenían acceso. Combinando con maestría detalles propios de una moto clásica -horquilla telescópica convencional, instrumentación formada por dos esferas analógicas y abandonando el perfil lobulado en los discos de freno- con notas de modernidad que brillan por su eficacia. Como en el caso de su escueto paquete ayudas (embrague asistido y antirrebote y ABS de la alemana Bosch), sistema de iluminación full LED o la pantalla multifunción entre las dos esferas del cuadro de instrumentos. Verficha.

Kawasaki Z650: El verdadero germen del clan y merecedora, desde 2017, de la última inicial del alfabeto, la Z650 aprovecha el agresivo estilo Sugomi que introdujeron años atrás las mayores de la exitosa saga Z (Z900 y Z1000). Una naked con un innegable enfoque deportivo, como demuestra su musculosa estampa, que goza de gran aceptación entre los que dan el salto a su primera moto grande. Con una potencia que roza los 70 CV (68 CV a 8.000 rpm) lo que hace posible la limitación a 35kW. Y con carácter suficiente para satisfacer a pilotos más experimentados. Chasis tubular en acero combinado con un basculante asimétrico, suspensiones básicas pero efectivas y material Nissin en su equipo de frenos asistido por el imprescindible ABS firmado por Bosch. Embrague antirrebote, iluminación full LED y una moderna pantalla TFT de 4,3” con opciones de conectividad completan las características de esta naked; que podremos adquirir equipada con cualquiera de los tres paquetes de accesorios que la firma pone a nuestro alcance: Performance, Sport y Urban. Ver ficha.

Kawasaki Ninja 650: La versión dirigida a aquellos con mayor espíritu racing, que buscan una deportiva accesible, sin las radicalidades de una RR, para poderla usar a diario. La Ninja 650 es algo más que una Z650 "vestida" y así lo demuestran el diseño de su carenado. Inspirado en las líneas de la ZX-10R, demostrando el ADN de competición asociado a la denominación de los sigilosos guerreros japoneses. Pero acompañada de una ergonomía muy acertada, gracias a un manillar alto y un asiento confortable, que la convierten en una excelente sport-turismo de media cilindrada. La parte ciclo es un calco de la de su hermana Z650 -chasis tubular, basculante asimétrico, frenos Nissin con discos lobulados en ambos ejes y ABS Bosch, horquilla telescópica RWU delante y un monoamortiguador regulable en precarga detrás- así como sus ayudas a la conducción (embrague antirrebote) y la pantalla TFT con conectividad a través de la app Rideology. Para los más quemados, Kawasaki pone a su disposición la versión KRT Edition con una decoración similar a la Ninja ZX-10RR de Jonathan Rea, cúpula ahumada, protector de depósito, tapa del colín y escape Akrapovic. Ver ficha.

Kawasaki Versys: La equilibrada Versys 650 es todo un referente en el terreno de las trail asfálticas -o crossover (como actualmente se está empezando a etiquetar estas motos)- de media cilindrada. Tanto es así que, su éxito provocó en 2012 el lanzamiento de la versión ‘de litro’ que se ha convertido en una imprescindible en la escena maxitrail. Una moto muy polivalente, capaz de mostrarse absolutamente funcional en un uso diario, muy divertida en carreteras reviradas y una compañera perfecta en largas rutas apoyándose en algunos elementos enfocados en mejorar el confort: pantalla regulable, un cómodo asiento para piloto y pasajero, y una buena autonomía gracias su depósito de 21 litros. La única del quinteto que monta una horquilla invertida en su tren anterior (regulable en precarga y extensión). Y a la que podremos exprimir aún más sus capacidades funcionales y turísticas gracias a los paquetes Mobility, Comfort, Tourer, Tourer Plus y Grand Tourer, que la firma pone a disposición de manera opcional. Ver ficha.

Kawasaki Vulcan S: El modelo más canalla en este quinteto de bicilíndricas es la Vulcan S. La única apuesta en la actualidad de los de Akashi en el segmento custom, que recoge el testigo de una estirpe nacida a mediados de los ‘80 y que llegó a codearse con las más poderosas Big Twins del otro lado del charco. Una custom con cierto enfoque deportivo -como revela la S de su denominación- y unas características que la convierten en muy recomendable para aquellos que dan los primeros pasos con una moto grande. Con una reducida altura de asiento y un bajo centro de gravedad y un propulsor con una potencia ligeramente por debajo que el de sus compañeras (61 CV a 7.500 rpm) pero con una entrega de potencia revisada para demostrarlo todo en la zona baja del cuentavueltas. Depósito en forma de lágrima, manillar ‘pullback’, mandos avanzados, unas elegantes llantas de 5 brazos (18” / 17”) y un corto escape con perforaciones en el protector térmico que le otorga cierto aspecto agresivo. Ver ficha.