Kymco se desmarca del resto de la competencia al convertirse en la primera compañía del sector de las dos ruedas en acceder al cálculo de la huella de carbono y registrar este resultado de manera voluntaria en el “Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2” del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Un movimiento que ha permitido a Kymco conseguir la certificación ISO 14064-1 de Gases de Efecto Invernadero (GEI), convirtiendo a la firma en un referente en movilidad eficiente. Un hito que se engloba en los objetivos del Plan Impulso de una firma que prevé la reducción de las emisiones de la organización y el impulso de soluciones para reducir las emisiones del transporte antes de 2025. Como punto de partida en la estrategia de sostenibilidad de la compañía para contribuir a paliar los efectos del cambio climático. Y que incluye un plan de mejora de la huella de carbono a 5 años -presentado ante el Ministerio- con medidas para reducir y compensar las emisiones.

Los cálculos realizados revelaron que, la huella de carbono de la organización ascendió a 750,61 toneladas de CO2 en 2020. Lo que se traduce, de media, en 50,22 kilos de CO2 por moto importada y distribuida; y a 84,05 gramos de CO2 por pieza de recambio importada y distribuida. 

Un análisis exhaustivo a las diferentes actividades reveló que, la fuente principal de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Kymco España se origina con el transporte marítimo transoceánico (logística de importación, 90,55% de las emisiones) y posteriormente con la distribución de la mercancía por todo el territorio nacional, incluyendo los territorios insulares (4,12 % de las emisiones). En concreto: 679,70 toneladas de CO2 eq. del transporte de la importación, que se realiza vía marítima desde Asia a España, y 30,93 toneladas de CO2 eq. procedentes de la distribución por todo el territorio nacional, por barco y carretera. La importación se realiza desde los puertos asiáticos de Shanghai y Changzhou (China) y Kaosiung (Taiwán) y tienen su destino en el puerto de Valencia, desde donde se distribuyen por toda España.

Por otro lado, las emisiones derivadas de la distribución de la mercancía en España por barco y carretera ascendieron a 16,84 toneladas de CO2 y 14,09 toneladas de CO2, respectivamente. Un total de 30,93 toneladas de CO2, generados por la distribución de 4.022,56 toneladas de mercancía (entre motos y piezas de recambio) por la geografía española en 2020.

Con un 5,33% de las emisiones globales de 2020, derivadas del funcionamiento de la sede -entre suministro eléctrico y el combustible empleado por la flota de vehículos propia-, destacando la reducción de un 41% de la huella de carbono del consumo de luz, gracias al uso de energías renovables.