A pesar de la presión a que la Dirección General de Tráfico ha sometido a los conductores en los últimos años con medidas como el carnet por puntos, la reducción de los límites en el consumo de alcohol, la aparición de los test de detección de drogas, el aumento de la cuantía de las sanciones y la introducción de nuevas tecnologías para controlar el tráfico, el número de víctimas mortales en autovías y autopistas ha aumentado un 35% respecto al año 2019, con mayor incidencia por salidas de la vía y atropellos.
Se puede asegurar que las medidas anteriormente mencionadas han aumentado la recaudación de la DGT en concepto de sanciones pero, a la vista del recuento de víctimas, parece que estas mismas medidas encaminadas a preservar la vida de los usuarios en esas vías de circulación (precisamente las más seguras por su diseño) no sólo no han ayudado en absoluto sino que en la práctica se ha precipitado un indudable efecto en la dirección diametralmente opuesta. Desde luego, la situación da qué pensar.
Ahora, la DGT acaba de anunciar una nueva de sus medidas en pro de la seguridad del tráfico, y es que este verano se van a poner en circulación 34 motos camufladas a cuyos mandos circularán agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. La decisión ha tomado forma de prueba piloto y se llevará a cabo durante los fines de semana de los meses de julio y agosto.
Según los cálculos de la DGT, este verano se producirán 93 millones de desplazamientos, lo que supone un 2,4% más respecto al verano de 2021. Estas motos camufladas circularán principalmente por carreteras secundarias, donde la DGT asegura se producen siete de cada diez víctimas mortales en accidentes.
De esta forma, los conductores de las mencionadas motos camufladas controlarán la normalidad del tráfico tanto de automóviles como de motocicletas u otros vehículos, vigilando especialmente que no se cometan imprudencias. Sí ha trascendido que los agentes de estos vehículos no impondrán sanciones, sino que este cometido correrá a cargo de patrullas de la zona que serían debidamente avisadas.
El dispositivo de control de la DGT este verano contará con controles en todo tipo de vías, además de 780 radares fijos de los que 92 controlarán la velocidad en tramos, así como 545 radares móviles, 12 helicópteros, 245 cámaras de control de uso del cinturón de seguridad y teléfono móviles -29 más que en 2021- y 39 drones (23 de ellos con capacidad para formular denuncias). Esperemos que todo esto sirva para revertir la tendencia actual y se consiga reducir el número de víctimas en carretera porque la recaudación está asegurada.