GasGas está trabajando duro para crear una comunidad fiel y para afianzarse como una marca jovial que ofrece productos cañeros y de calidad. Es un proyecto ambicioso, pero viendo el cariño con el que organizan un evento como el United in Dirt, estoy seguro de que conseguirán su objetivo, si es que no lo han hecho ya.

Igual te estás preguntando qué esto del United Dirt de GasGas. Pues es muy sencillo, es un evento en el que los asistentes pueden probar todas las motos de su amplia gama, cada una de ellas en su terreno específico, sin prisas y sin presión, y siempre bajo la supervisión de especialistas de cada especialidad. Se puso en marcha el años pasado y se desarrolla en distintos países a lo largo del año. Ya estuve presente en esa primera edición celebrada en el Polea Camp de Tarragona, en donde disfruté de lo lindo, pero los responsables de la marca han situado el listón todavía más alto en esta nueva edición al celebrar un evento mucho más completo aprovechando las instalaciones del Búnker Moto Área, en la localidad madrileña de Brunete.

El United in Dirt 2022 comenzaba con una pequeña charla por parte de Noelia Vilar, responsable de Marketing de KTM, Husqvarna y GasGas, en la que nos avanzaban algunos logros de la compañía, que abarcan distintos ámbitos. En lo deportivo, la victoria en el Dakar, los buenos resultados en los mundiales de motocross, trial, Moto2 y la próxima participación en el Mundial de MotoGP. En el aspecto corporativo se sacó pecho del hecho de que las motos de trial se fabriquen en la factoría propia en Tarrasa, un hito del que todos deberíamos estar orgullosos y que supone un soplo de aire fresco a nuestra industria. Y, por último, la ampliación de la gama con la nueva gama Street, que fue precisamente con la que inicié mi participación en este United in Dirt de GasGas.

Adrenalina a tope con las 700

Lo único que le falta en el Búnker Moto Área es un circuito de supermoto, pero no hay problema, pues no hay que andar mucho para encontrar unas carreteras divertidas repletas de curvas en donde sacar todo el partido a las nuevas SM 700 y ES 700. Son dos motos que piden espacios abiertos y que además encajan a la perfección con esa imagen de diversión que se quiere transmitir desde GasGas. En la primera que me subí fue en la SM 700, una montura que no había probado hasta ahora y que me sorprendió por su facilidad de uso gracias a una entrega de potencia lineal y dosificable. Íbamos escoltados por un par de guías que habían preparado una ruta muy variada de unos 70 km en todo tipo de escenarios: carreteras rápidas, otras muy reviradas, algunas de ellas con asfalto muy roto e, incluso, autopista. Se me pasó el tiempo volando mientras iba exprimiendo marchas con su quickshifter de funcionamiento impecable.

Casi sin tiempo para tomar un respiro cambiamos de moto, pasando a su versión endurera. Aunque la base es la misma, lo cierto es que las sensaciones son muy diferentes. La rueda delantera de 21", los neumáticos de tacos y las suspensiones de largo recorrido no la hacen, lógicamente, tan efectiva en asfalto pero ¡ay, amigo!, cuando entras en pistas o caminos. Nuevamente, nos habían preparado una ruta con algún tramo por pistas de tierra en donde sacar el partido a esta ES 700. Es sin duda una moto para disfrutar a tope en cualquier escenario. Conozco bien esta moto, he sido propietario de dos KTM 690 Enduro -modelo de que la toma base- y puedo asegurar que es la moto total para hacer de todo, incluso viajar por carretera. Motor explosivo, ligereza y con el único inconveniente de un asiento situado a una altura muy elevada.

Motocross y enduro

Una de las cosas que tiene el United in Dirt es que no hay apenas tiempo para el respiro, aunque siempre se acaba pudiendo sacar algo de tiempo para meter algo al estómago. Pero claro, hay que tener mucha disciplina para mantenerte sentado mirando de reojo la gama de cross y la gama de enduro mientras escuchas de fondo el chillido agudo de una 125 2T. Y, claro, uno es débil y cuando me quise dar cuenta me encontré con mi culo apoyado en el asiento de la nueva MC 125, una moto ideal para divertirse a tope sin machacar los antebrazos para alguien que lleva años y años sin practicar motocross. En el Búnker hay dos circuitos, uno para "pros" y otro más sencillo para los menos experimentados, y, lo reconozco, estuve en éste casi todo el tiempo porque para mí era más que suficiente.

En cuanto aparqué la 125 me subí en la MC 250F de cuatro tiempos, una moto más fácil que la otra al tener más potencia desde abajo y con la que estuve la mayor parte del tiempo. Qué pedazo de moto para una jornada de cross con amigos... y para disputar carreras, que cuando la cogen pilotos de nivel te das cuenta de su potencial. Aunque también estaban disponibles la 250 2T y la 450, lo cierto es que mis brazos ya no daban mucho más de sí y tenía que guardar fuerzas para lo que restaba de día. De hecho, rodé un rato con un par de motos de enduro, con suspensiones más suaves y entrega de potencia más lineal que las de cross, lo que me vino muy bien antes de pasar a las zonas de trial.

Torneo de trial

Para finalizar el día, GasGas nos tenía preparada una sorpresa. Para empezar, estaban allí presentes los nuevos modelos de trial, totalmente renovados este año, y con los que íbamos a practicar una prueba por equipos. Se había preparado una zona a completar por partes por los miembros de cada equipo a modo de carrera de relevos. Me tocó la parte sencilla, pero el paso de un tronco se me atragantó y dejé a mis compañeros sin posibilidad de pasar a la gran final. Aprovecho este espacio para disculparme nuevamente, aunque en mi descargo diré que ya les había avisado de mis problemas con el trial. Toda una pena porque no todos los días tienes la opción de probar en esta especialidad, que es para mí la gran escuela de la moto, en un terreno apropiado para ella y de la mano de auténticos pilotos que te ayudan a afrontar cada uno de los pasos.

Casi sin darme llegamos al final de un día intenso, de una jornada de fiesta en uno de los eventos más divertidos en los que he tomado parte. Felicito a GasGas por acercarnos a especialidades que la mayoría no estamos acostumbrados a practicar.