Con un aspecto de auténtica enduro, y una imagen claramente inspirada en la CRF450RX, la Honda CRF300L es una trail ligera muy interesante para los usuarios del A2. Plagada de cualidades para afrontar aventuras off-road de corto alcance, así como para acompañarnos en nuestros trayectos urbanos diarios. Todo ello gracias a un conjunto muy equilibrado
Destacando una parte ciclo formada por un chasis en acero combinado con un basculante de aluminio, suspensiones firmadas por Showa -con una horquilla invertida delante y un monoamortiguador trasero con sistema Pro-Link- con 260 mm de recorrido, un disco de freno en cada eje con ABS de doble canal y llantas de radios con una medida de 21” delante/18” detrás, calzadas con neumáticos de tacos.
Por su parte, el propulsor es un monocilíndrico de 286 cc Euro5 (que sustituye desde 2021 al anterior de ‘dos y medio’) con cuatro válvulas, distribución por doble árbol de levas (DOHC) e inyección electrónica, caracterizado por un comportamiento muy lineal, una excelente entrega a bajo y medio régimen y su bajo consumo; lo que, en combinación con su depósito de combustible con 8 litros de capacidad, promete autonomías bastante prolongadas. Equipa, además, embrague antirrebote con el añadido en seguridad que eso conlleva.
De cara a la nueva temporada la Honda CRF300L anuncia ligeras actualizaciones enfocadas, principalmente, en el apartado estético. Adoptando un nuevo esquema de color Gris Swift -que se incorpora al, ya conocido, Rojo Extreme- combinando el color gris con el blanco y gráficos en naranja. Además de eso, para 2023, incorporará unos prácticos cubremanos, que protegerán nuestras manos de posibles impactos con ramas o piedras.
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