El grupo NAD, propietario de la marca SHAD, comenzó su andadura hace 50 años y lo celebra haciendo un repaso por su exitosa carrera. Fundada por Jaume Xicola Gascón en Mollet del Vallès (Barcelona), se inició en el mundo de la dos ruedas fabricando asientos para motos de marcas del momento como Derbi, Motorhispania, Moto Vespa o Montesa.

SHAD-NAD

Fue en la década de los 80 cuando empezó a colaborar con filiales españolas de marcas como Honda, Yamaha y Suzuki, y ya en los 90 dio el salto internacional al colaborar con marcas como Peugeot, MBK y BMW. Fue precisamente en esta década, en concreto en 1992, cuando NAD decidió crear una marca propia para empezar a vender en el Aftermarket: SHAD, que comenzó fabricando accesorios para motos y bicicletas. Este fue el comienzo de una gran expansión a nivel internacional que dio como fruto la gran marca que conocemos hoy.

Actualmente, cuenta con presencia en más de 80 países del mundo, manteniendo la producción del 70% de su facturación en Barcelona, el 25% en China y el 5% en Indonesia. El pasado año 2022, SHAD, superó por primera vez los 900.000 productos vendidos.

El nuevo CEO de la marca es Jaume Xicola Serrano, hijo del fundador. Declara que cuentan con “un gran equipo de trabajadores/as y proveedores/as que aportan la necesaria solidez para llegar hasta aquí y poder seguir creciendo año tras año. Se han realizado proyectos para grandes marcas con soluciones disruptivas. Todos los productos expansibles del sector de la moto se producen en nuestras instalaciones (BMW y SHAD). También producimos asientos de alta gama con electrónica integrada y tecnologías que buscan confort y durabilidad. Todo esto haciendo evolucionar nuestra línea de productos con un estilo que ya es reconocido por su diseño e innovación.”

Mirando hacia el futuro, afirma que “nos espera siempre con incertidumbres, pero a la vez con mejor preparación y capacidad. Se tambalea el modelo productivo global, los costes y las materias primas son variables como nunca y la movilidad está en medio de un importante proceso de transformación que debe proponer mejoras relevantes también en la sostenibilidad del planeta. Éste es el escenario que vivimos y en el que enfocamos nuestros esfuerzos y estrategias. Después de 50 años llegamos fuertes y preparados, con el objetivo de salir reforzados y más competitivos que nunca”.