Su refinado estilo industrial y exageradamente aerodinámico busca impresionar y lo consigue sin ningún género de duda. Es una preparación que va más mucho allá del concepto original del que apenas queda el impresionante motor de la R18, ya que prima la estética por encima de cualquier otro aspecto. De hecho plantea un puesto de conducción de muy dudoso confort pero en el que debe ser todo un lujo poder plantar el culo.

En las palabras del propio Dirk:"Es la esencia de mis creaciones hasta la fecha. Empecé con una BMW R18 nueva que luego desmonté. Como siempre, trabajé con espuma dura y cartón para crear la forma, las líneas y el diseño. El objetivo era que tuviera un aspecto potente, elegante y rápido, combinado con una estética innovadora". Para las personas que no conozcan nada de este preparador con ideas tan llamativas y evocadoras, lleva dedicándose a esto en la región alemana del Ruhr desde hace 30 años. Le encanta la cultura industrial y la proximidad a la industria y a la artesanía. Y se nota mucho en sus motos.

El diseño capilatiza de tal modo esta "The Crown" que ha obligado a adaptar profundamente la tecnología de la máquina. Por eso se vio obligado a construir una suspensión de rueda delantera completamente nueva en forma de brazo oscilante de doble cara con puntal de suspensión central.

El depósito de combustible de solo 8 litros y las piezas de la carrocería se fabricaron con chapa de aluminio de 2 mm de grosor, que se cortó, dobló y mecanizó a mano.

Numerosos componentes de serie, como el faro, la instrumentación, las unidades de cambio y el sistema de reposapiés, se han integrado perfectamente en el cautivador concepto de la R 18 “The Crown”. Los accesorios del embrague y el freno de mano son de Magura, el guardabarros trasero y los soportes de Wunderkind y el sillín de chapa de aluminio de 2 mm de grosor y revestido de cuero auténtico son complementos que quedan muy bien integrados y aportar una armonía total al conjunto.

Como guinda del pastel, Oehlerking ha optado por dotar a la R 18 “The Crown” de un acabado de pintura Champagne Platinum con nácar, complementado con el logo de BMW adornado con una pequeña corona. Sin duda otro bello e impactante tributo para conmemorar los 100 años de BMW Motorrad que a la vez parece un tributo a los Fórmula 1 de época.