Si preguntas a cualquier aficionado a la moto qué representa para él el circuito de El Jarama, seguro que te hablará de recuerdos imborrables con sabor a competición, a pasión por las carreras. Es un trazado que ha marcado a toda una generación, como también lo hizo en su día el primer MT Jarama, allá por las décadas de los 80' y los 90' gracias a unos estándares de calidad no tan habituales en la época, cumpliendo con la normativa vigente ECE 22.03 y con un precio ajustado que hizo que se convirtiera en un súper ventas.
Y ahora llega su última versión, un casco que nace con las mismas pretensiones que entonces, aunque con un cierto sabor clásico, cumpliendo con los más altos estándares de seguridad y calidad a un precio ajustado. Y vaya si lo hace, de hecho es el primer casco de estilo retro del mercado que consigue los sellos de homologación ECE 22.06 y DOT. Y, además, mantiene también ese requisito autoexigido de ser un casco asequible a todos los bolsillos, pues está disponible en las tiendas desde 150 €, dependiendo de los colores.
Precisamente, la variedad en los diseños de las gráficas empleadas es otro de sus puntos fuertes. Es conocido que MT Helmets es una marca que cuenta con un departamento de diseño muy activo que lanza al mercado más de 200 gráficas cada año. El Jarama está disponible en ocho opciones de color, desde los monocolores a los más atrevidos, como el vistoso y original 68th C7 Matt que hemos escogido. Todas las gráficas mantienen la esencia clásica y deportiva que se requiere a un modelo como éste, cuya combinación de colores le da un aspecto a carreras con olor a aceite de mezcla.
Pero el pasado es sólo visual pues cuando lo tienes en tus manos sientes un casco muy actual que transmite una sensación de calidad elevada. Se ha empleado una combinación de polímeros para la fabricación de la calota -tecnología HIRP-, que es lo que da esa capacidad de absorción de los impactos y que ha sido determinante para la obtención de las homologaciones, pero no es un casco excesivamente pesado, unos 1.400 gramos dependiendo de la talla.
Ya que hablo de talla, indicar que se ajusta perfectamente al contorno de la cara gracias a un mullido muy bien confortable. Incluso es cómodo con gafas gracias a sus amplias ranuras por donde conducir las patillas para conseguir un óptimo acople. Por supuesto, el interior es hipoalérgico y desmontable para su lavado. El cierre es mediante hebilla micrométrica reforzada.
Las entradas de aire para la ventilación se han integrado muy bien dentro de diseño retro, con unas rejillas situadas en su parte frontal: cuatro en la parte superior y otras tantas en la barbilla. Estas últimas se puede abrir y cerrar desde el interior del casco, de manera que no rompe la estética con botones o palancas en la calota. En la parte trasera del casco encontramos con dos salidas de ventilación. Pero las más llamativas son las entradas de aire colocadas en la propia pantalla parabrisas con unas canalizaciones que llevan el aire fresco hasta el interior del casco.
La pantalla, por cierto, dispone de sistema de desmontaje rápido y que se manipula de forma sencilla incluso con guantes gracias a su pestaña y a su rebaje en la calota. Está preparada para la colocación del "pin-lock" para evitar el empañamiento y que se encuentra dentro de su catálogo de accesorios, junto a la pantalla oscura y otras piezas de recambio.
Por otro lado, se ha dejado un espacio reservado para montar un sistema de comunicación, integrando la preinstalación sin que afecte ni a la seguridad del casco ni a la estética, pues queda en su parte inferior trasera con una tapa que lo esconde si no se hace uso del mismo.
En definitiva, el MT Helmets Jarama se sitúa como uno de los cascos con mejor relación de calidad y precio de estos momentos, con el valor añadido de ser un producto español.