Nada menos que 28 hectáreas son las que BMW dispone en su centro de formación en Alemania, en la localidad de Hechlingen, a poco más de 130 km de la ciudad de Munich. Es un lugar idóneo para la práctica del off-road, pues es un espacio con mucho relieve y repleto de trazados para todo tipo de niveles. La gestión del mismo se lleva a cabo por la empresa TWTMoto, cuyo propietario es uno de los directores deportivos del GS Trophy, cuyos instructores cuentan con la titulación especial por parte de BMW para impartir los cursos de conducción.
Precisamente, a ello hemos venido invitados por la propia BMW, quien nos ha suministrado una F 900 GS -la otra alternativa era la R 1300 GS- para someternos a una intensa jornada en un día frío y lluvioso en el que no faltó la nieve. También hay opción de disfrutar de cursos de trial, pero eso lo dejaremos para futuras ediciones.
Los cursos de enduro se separan por niveles, en concreto son tres, aunque siempre se comienza por movimientos básicos sobre la moto para ir conociéndola, para entrar en calor y, por supuesto, para que el monitor encargado se haga una idea de quién es su alumno. Y es que, como nos indicaron, a veces los clientes no son capaces de determinar su nivel, y hay quien se apunta en uno más alto de lo que sus capacidades determinan, con el peligro que ello conlleva, como al revés, que alguien con alto nivel peca de precavido y no sacaría partido a su curso. En estos casos, la organización mueve a los usuarios para incorporarlos a cursos adaptados a sus competencias.
Como decía, el calentamiento comienza con algunos ejercicios básicos, como zigzagueos entre conos, giros con las dos piernas encima de una estribera, conducción con una sola mano, pasos por tablones en línea recta o pruebas de frenada.
Tras comprobar el monitor que los que nos decidimos por el grupo experto estábamos al nivel requerido y que ya habíamos entrado en calor, se metió de lleno en las subidas y bajadas de la explanada central del recinto. Un conjunto de rampas de distinta inclinación y longitud en donde se pone a prueba la habilidad para dosificar el gas mientras se sube y la frenada durante los descensos.
Después iniciamos una vuelta por los caminos principales, en donde te haces una idea de la extensión del terreno disponible, y en donde aparecen de forma constante distintos ramales con pistas y senderos de distinta dificultad. Para mí, éste es uno de los secretos de este BMW Motorrad Enduro Park, que dependiendo de tu nivel puedes ir adentrándote en caminos más o menos sencillos para ir poniendo a prueba tus habilidades.
Además, de vez en cuando aparecen zonas de “recreo”, con conos, zonas de arena o charcos profundos en donde poner en práctica algunos de las enseñanzas aprendidas por parte de los monitores.
Cuando habíamos realizado un par de giros a las zonas más sencillas, aunque delicadas por el barro, nuestro instructor entendió que estábamos preparados para algo más selectivo. Momento, además, en el que comenzó a nevar, lo que añadía algo de épica al evento.
Para empezar, nos metió por una trialera de piedra suelta y giros de 180º más propios para una moto de enduro que para una trail bicilíndrica. Pero aún así, la F 900 GS se desenvuelve con soltura, más de la que imaginaba. Tras alcanzar la cima, seguimos por unos senderos dentro de una zona boscosa, con un suelo muy resbaladizo en el que cualquier error te podía llevar al suelo o, lo que es peor, golpear contra un árbol.
Me llamó la atención la alternancia de tipos de superficie, pues igual estás rodando sobre barro con raíces, como que entras en una más pedregosa, o bien sales a una más ancha de suelo compactado. Creo que esta combinación de situaciones convierte a este lugar en el idóneo para salir del mismo con un alto control de la moto. Y es, precisamente, este aspecto en el que más énfasis ponen sus instructores. Para ellos la clave no está en rodar más o menos rápido, lo que pretenden es que lleves el control en todo momento. Que conozcas la moto, que sepas interpretar qué hacer cuando se afronta cualquier obstáculo, adquirir confianza para sortear cualquier situación… Sin duda, lo que se espera de un centro de formación.
Las instalaciones del BMW Motorrad Enduro Park cuentan con un edificio con mesas en donde reponer fuerzas, vestuario con duchas y hasta una tienda con equipamiento por si alguno se ha olvidado de algún elemento imprescindible. Por supuesto, disponen de un amplio garaje para guardar las innumerables motos disponibles, con taller para dejar cada moto lista e impecable para el disfrute de los siguientes cursillistas. Espero que tras esta experiencia tan positiva pueda volver pronto.