No podemos olvidar el injustificado aumento de la edad mínima para conducir un ciclomotor de 14 a 15 años que ha supuesto casi la desaparición de este segmento, otrora pilar importante de la industria. O la prematura y desastrosa implantación del A2 que ha dado lugar a una licencia ilegal fuera de España. Tampoco el nuevo modelo de examen ha ayudado en nada porque se ha encarecido, dificultado y la formación sigue siendo igual de deficiente.

Su mandato se ha basado principalmente en la represión de los conductores a base de una feroz política recaudatoria, la criminalización de la velocidad y la escasa atención al mal estado de la red viaria y los puntos negros donde fallecen más conductores. ¿Se puede hacer peor en la obsesiva búsqueda de reducir los muertos por accedentes de tráfico en nuestro país? Un muy loable objetivo - que se ha logrado - con unos recursos y unas políticas muy discutibles. Incluso parece ser que el recuento de los fallecidos en carretera tiene muchas peculiaridades para tratar de empequeñecer el número, ensalzando así la labor de la DGT y tratando de legitimar todo el dislate de medidas que se han sucedido durante su mandato.

María Seguí, la esperanza

Por todo esto y mucho más nos alegramos profundamente de su relevo y damos la bienvenida a su sustituta, María Seguí, doctorada en prevención de accidentes por Harvard. Hasta que fue fichada hace unos meses por María Dolores de Cospedal, María Seguí había desarrollado su carrera en la universidad. Es profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Navarra en excedencia, profesora titular adjunta de Política y Gestión Sanitaria en la Universidad Johns Hopkins (Baltimore) y profesora visitante del departamento de Urgencias de la Facultad de Medicina de la  Universidad de Virginia (Charlottesville). A Seguí le corresponderá implementar la nueva estrategia europea de seguridad vial 2011-2020 y proseguir la misma senda de los últimos años. Mucha suerte!