Hay que viajar en el pasado hasta 1969 para encontrar la semilla del modelo que acaba de presentar Honda: la nueva CB1000F. Es en ese momento histórico en el que el mundo estaba cambiando cuando llegó una moto que jugó un papel de vital importancia en el mundo de las dos ruedas. Hablamos de la CB750 Four, una moto que marcó un antes y un después y a la que ahora Honda rinde pleitesía con una moto actual pero que rememora aquellas líneas.
La CB1000F es un soplo de aire fresco por las motos de corte neo-retro que, indudablemente, tienen su mercado y no pasan de moda. De hecho en un momento en el que el sector va a lo más digital y reinan las líneas más agulosas, Honda propone un viaje nostálgico al pasado respetando precisamente la esencia de la saga CB pero sin renunciar a la tecnología de vanguardia.
A nivel técnico, la CB1000F toma como base el mismo motor de la Hornet, un cuatro cilindros en línea, que ha sido suavizado y reajustado para ofrecer una entrega más llena en medios y una respuesta más natural bajando su potencia a unos nada despreciables 122 CV.
El chasis es de acero y el basculante de aluminio, las suspensiones Showa ajustables y el sistema de frenos Brembo garantizan el comportamiento que se espera de una naked de alta gama, pero Honda ha querido que la experiencia no se limite a la eficacia sino que mezcla el carácter, el diseño y un paquete electrónico de primer nivel.
Estética retro, motor dulcificado y un arsenal de ayudas electrónicas de primer nivel
Y es que tenga una estética retro y menos potencia que la Hornet no significa que en Honda no apuesten por un completo paquete tecnológico que no se ve pero que se notará cuando se conduzca. La IMU de seis ejes es el cerebro de todo el sistema en el que el usuario puede además elegir entre tres modos preconfigurados —Sport, Standard y Rain— que combinan distintos niveles de potencia, freno motor, control de tracción y antiwheelie, además de dos modos User totalmente personalizables. También, gracias precisamente al sistema con la IMU dispone de ABS en curva.
Además cuenta con una pantalla TFT de cinco pulgadas con conectividad mediante el Honda RoadSync. La CB1000F también incorpora Honda Smart Key, el sistema de Emergency Stop Signal (ESS), porque lo práctico y lo seguro no tienen por qué ir reñidos con lo clásico y se pueden complementar perfectamente.
En definitiva no cabe duda de que estamos ante una moto de 2026 con todo lo que se le puede exigir a un modelo de alta gama pero sin renunciar al estilo clásico que es tan evidente especialmente cuando vemos la silueta de la moto y observamos el asiento de una pieza, el depósito, el colín tan especial o el sistema de escape cromado con un cuatro-dos-uno que, sin lugar a dudas, nos retrotrae a tiempos pasados tanto como ese faro redondo que aun siendo LED encaja a la perfección con el estilo.
Hierros con encanto: Honda CB1300, Yamaha XJR 1300 y Moto Guzzi Breva 1200
Precisamente y para rematar en lo que a estilo se refiere, también hay que mencionar los acabados de la pintura. Y es que la nueva CB1000F estará disponible en dos colores principales, Wolf Silver Metallic que a su vez tiene dos acabados porque en uno las líneas son en una en azul y en otra en gris y el Graphite Black.