El objetivo según la Dirección General de Tráfico es mejorar la seguridad en las carreteras convencionales. Este es el tipo de vía en el que más accidentes graves se producen, especialmente salidas de la vía y colisiones frontales, y por tanto es vital conseguir comportamientos más seguros entre los conductores que circulan por esas carreteras para reducir los accidentes.


Por esta razón, según el comunicado de prensa oficial, durante la próxima semana los Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controlarán la velocidad, los adelantamientos indebidos, la ingesta de alcohol o drogas, uso del casco y sistemas de retención, utilización del teléfono móvil durante la conducción, auriculares o manejo de navegadores, la documentación del vehículo y conductor o cualquier infracción de la normativa vigente en materia de circulación y seguridad vial.

El pasado año el 79 por ciento de las víctimas mortales en accidente de tráfico se produjeron en estas vías, con 1.043 fallecidos que supusieron 192 menos que los registrados en 2010. Las carreteras convencionales (vías que no disponen de una separación física entre los dos sentidos de la circulación) representan el 90 por ciento del total de kilómetros de la red española de carreteras.