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El mercado de motos deportivas ha experimentado un descenso de ventas agudo en los últimos años. Como resultado, las marcas cada vez centran mayores esfuerzos en otros segmentos, quedando este tipo de monturas como un reducto para los más radicales.
Por consiguiente, las actualizaciones estéticas y mecánicas se han espaciado en el tiempo y ahora se presentan cada tres o cuatro años.
Pero no por ello los fabricantes dejan de introducir ligeros cambios para mantener al día sus deportivas, aunque se trata de un "simple maquillaje". Es el caso de Suzuki, que en los últimos meses ha lanzado varias ediciones especiales, como la GSX-R 1 millón.
Para 2013 sigue esta tendencia y lanza cuatro versiones réplica, sobre las Suzuki GSXR 600, 750 y 1000, que harán las delicias de los aficionados.
La más llamativa sin duda, es la Sheene Réplica, que viste las GSX-R 600 y 750 con los colores blanco y celeste característicos de su Suzuki RG500 con la que ganó el campeonato del mundo. No falta ningún detalle como el dorsal 7, las llantas doradas o las pegatinas que hacen honor al “Rey”.
En Suzuki tampoco se han olvidado del mítico Kevin Schwantz. La 600 y 750 estarán disponibles con los colores del piloto tejano y sólo se echa de menos el logotipo de cierta tabacalera que por motivos legales y publicitarios no ha sido posible añadr de serie. Nada que un kit de vinilos no solucione.
Las otras dos réplicas imitan la decoración del equipo de resistencia SERT Endurance Team y del BSB Tyco que estarán disponibles sólo para la GSX-R 1000.