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Parece que Polaris, la empresa dueña de Indian, se está tomando en serio el relanzamiento de la marca de motocicletas custom.
Y que mejor forma de hacerlo que con un revolucionario propulsor que representará el alma de la futura gama de Indian.
Para ello no se han andado con chiquitas, ya que para su desarrollo se ha empleado soluciones de vanguardia y no está basado en los actuales, que no son más que una evolución de motores de los años 40.
Apodado Thunder Stroke 111, el nuevo propulsor sigue una arquitectura V2 a 49 grados con 1.811 centímetros cúbicos -111 pulgadas-, con un asombroso par máximo digno de un automóvil: 160 Newton-metro. Está refrigerado por aire, tiene una caja de cambios de seis velocidades, es comandado por un acelerador electrónico y alimentado por inyección.
La marca está orgullosa del nuevo V2 así como del programa de desarrollo que ha completado para demostrar sus credenciales. Ha sido uno de los más exigentes nunca vistos, con más de un millón y medio de kilómetros de test, entre carreteras y banco de pruebas.
El Thunder Stroke 111 ya ha comenzado su fabricación en masa, aunque no será hasta dentro de unos meses cuando conozcamos el primer modelo Indian que lo utilice.