Asegura tu maxi naked con nosotros al mejor precio ¡Compruébalo!

Derivado directamente del buque insignia alemán en los circuitos, la S1000RR de la que toma incluso el bastidor, este nuevo modelo esgrime otros argumentos no menos interesantes, a pesar de haber visto rebajada la potencia original de 193 CV a 158 CV, lo que no está nada mal para una moto con casi todo al aire.

Y es que BMW ha trabajado en el motor, no sólo para moderar su desbordante potencia sino también para propiciar un mejor rendimiento a bajos y medos regímenes. Incluso es capaz de ofrecer mejor cifra de par de su hermana carenada por debajo de las 7.500 rpm, algo muy esclarecedor de por dónde van las intenciones de esta nueva maxinaked que será una auténtica depredadora en zonas de curvas.

Además, la S1000R hereda el ABS deportivo que suponemos será desconectable, ofrece dos modos de conducción – lluvia y carretera- y cuenta con control de estabilidad. Pero BMW reserva el sofisticado control dinámico de tracción que suma otros dos modos de conducción deportivos, a los más usuarios más racing dispuestos a pagarlo en opción.

Al igual que el chasis doble viga de aluminio, las suspensiones de la BMW S1000R son las mismas que la de la S1000RR, un conjunto multirregulable de gran calidad para asegurar un comportamiento dinámico súper efectivo. Pero la exquisita suspensión semiautomática denominada Dynamic Damping Control que pone la guinda también se ofrece de forma opcional. Y esto lo ofrece como primicia en un segmento de por sí muy elitista.

Y algo que salta a la vista es la herencia estética de la S1000R, emparentada totalmente con su hermana desde el frontal hasta la zaga, reclamando la atención el grupo óptico delantero asimétrico que le da un carácter muy especial. El escape corto, la horquilla con vainas doradas y una imponente pinza de freno delantera de anclaje radial rematan su poderosa aunque no ligera porque pesa 207 kg.

Se comercializará en primavera de 2014 en tres colores; azul, blanco y rojo.