Tras cinco años de desarrollo, el proyecto Icon Sheene ha visto la luz por fin en el Festival de la Velocidad de Goodwood, donde Freddie Sheene, el hijo del extrovertido y admirado Barry, tuvo el honor de estrenarla en un acto público. Esta obra de artesanía incorpora un motor de 1.400 centímetros cúbicos dotado de turbo cuya presión de soplado puede variarse a voluntad del piloto y que en la configuración más humilde se conforma con 250 caballos de potencia a la rueda. No es de extrañar que la velocidad máxima supere los 320 kilómetros por hora, aunque para gozar de sus extraordinarias prestaciones no sólo habrá que estar forrado, también habrá que ponerse a la cola porque de ella sólo se van a montar 52 unidades, una por cada año de vida de Barry, fallecido en 2003 víctima de un cáncer.

Cada una de ellas será decorada con una carta de la baraja, obra de la que se encargará Mike Fairholme, el dibujante que en su día pintaba personalmente los cascos de Sheene. Stephanie Sheene, viuda de Barry, ha apoyado el proyecto desde el principio: “Tener una moto diseñada, construida y dedicada a la memoria de Barry es el homenaje definitivo. Él se hubiera divertido mucho involucrándose con este proyecto y hubiera puesto su sello en el resultado de cada detalle”.