Casi todos concereis Ariel por el Atom, el coche capaz de poner la cara de Jeremy Clark casi del revés en su circuito habitual de pruebas así que la herecia genética de su moto debería de ser simplemente excitante. Y estéticamente no le faltan argumentos para llevarse miradas y prometer buenos momentos.

En el interior de la preciosa estructura de estilo tubular del bastidor, claramente inspirada en el Atom, alberga un V4 japonés que procede de la Honda VFR1200F y tiene 175 CV. Sus 131 Nm le permiten acelerar de 0-100 km/h en 3,5 segundos y alcanzar una velocidad punta de 265 km/h. Además el motor Honda permite ofrecer a los usuarios, entre otras muchas cosas, el doble embrague del fabricante nipón como alternativa a una caja normal de seis velocidades.

El chasis de aluminio anodizado es el elemento angular sobre el que se desarrollado su concepto modular y "a la carta". Está formado por seis secciones y cuenta con varios puntos de anclaje para montar diferentes opciones y accesorios como varias carrocerías en fibra de carbono, guardabarros, 3 depósitos de combustible a alegir, manillares, escapes asientos a diferentes alturas e incluso tres distancias entre ejes distintas, algo que varía enormemente la personalidad dinámica de la moto.

Todo es susceptible de ser personalizado para que el cliente tenga una Ariel Ace única. Incluso se puede optar por una suspensión alternativa más sofisticada, con un amortiguador central Öhlins TTX en vez de llevar la típica horquilla invertida también firmada por la marca sueca. Detrás sigue confiando en un amortiguador de la misma procedencia. A estos elementos "pata negra" también suma una pinza de freno Nissin de seis pistones y anclaje radial con ABS de serie. Pero Ariel también da la opción de elegir un conjunto Brembo.

La moto debutará estos días en el Goodwood Festival of Speed, uno de los mejores escenarios posibles para dar a conocer esta innovadora propuesta destinada a paladares selectos porque no va a ser una moto precisamente barata. Se habla de un precio base de unos 25.000 € que serán unos cuantos más con la moto acabada a gusto del consumidor. Se espera iniciar la producción el próximo año a un ritmo de unas 100-150 unidades anuales.