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A medio camino entre el S2 y el S1, el nuevo S3 representa una opción a caballo entre el GT y el utilitario puro y duro, adaptando lo mejor de cada estilo al suyo propio y añadiéndole interesantes elementos como el arranque sin llave. Y además ofrece accesorios para poder mejorar en todas las facetas; dispone de un baúl de generoso tamaño, un parabrisas transparente más alto, respaldo para el pasajero y una guantera con llave para el suelo plano. Con cualquiera de estos accesorios opcionales potenciamos sus estupendas cualidades.

Todo es nuevo en el S3, desde el bastidor incluso hasta el motor alimentado mediante inyección electrónica que lógicamente derivado de la gama de 125 cc, ha mejorado para adaptarse a las intenciones de Daelim para lograr un rendimiento muy bueno en velocidad punta y aceleraciones. Y se ha conseguido aunque la salida desde parado es un poco perezosa y contrasta con el empuje capaz de brindarnos en cuanto hemos ganado unos pocos metros.

MUCHO A NUESTRO SERVICIO

Volviendo al planteamiento del S3, llama la atención su clara apuesta por la calidad y el equipamiento ofreciendo un precio competitivo. Y esta puede ser la clave de su éxito si tenemos también en cuenta lo que todas las marcas están se están esforzando por rebajar al máximo los precios. El servicio que el propio S3 ofrece no es nada desdeñable porque se defiende bien en el terreno práctico gracias a elementos como el gran hueco bajo el asiento y la plataforma plana. Y en el dinámico aporta agilidad, ligereza, así como una carrocería compacta muy apropiada para los angostos espacios de la ciudad y a la vez con la suficiente envergadura para brindar la piloto una efectiva protección. Aunque la vistosa pantalla parabrisas de serie, ahumada y más bien recortada, no protege como lo pueda hacer un parabrisas normal. Se puede adquiri el ofrecido opcionalmente por Daelim que permite mejorar un puesto conducción  ya de por sí confortable. La poca altura del asiento al suelo (745 mm) así como la posibilidad de estirar las piernas favorecen la comodidad en marcha pero el espacio parece un poco justo para las piernas si eres un “patas largas” de más de 1,80 m.

En la facilidad con la que se mueve seguramente influirá el chasis totalmente nuevo formado por una estructura de tres tubos, dos formando una doble cuna y uno en el centro para dotarle de mayor rigidez pero manteniendo la plataforma plana. La combinación de las medidas de llanta también parece acertada, pues pisa con decisión de delante gracias a sus 14” pero permite agilidad a la hora de hacer quiebros. Y la de 13” que monta detrás ha sido clave para poder diseñar un hueco para un casco integral y con espacio para bastantes más cosas, aunque quizás no para otro casco jet. El hueco se abre desde un botón situado en el escudo y cuenta con revestimiento interno y una pequeña ballesta hidráulica que ayuda en las operaciones de apertura y cierre.

Y para redondear todas las buenas intenciones plasmadas en este scooter, el equipo de frenos los forman dos discos que funcionan de forma eficiente gracias, sobre todo, a la pinza de cuatro pistones que “muerde” el disco de 240 mm delantero. Pero lo más importante es que presionando la maneta del freno trasero también enviamos fuerza al delantero gracias a un sistema combinado que reparte la frenada para hacerla más eficaz en caso de emergencia. Otro buen detalle del S3.
Pero el que quizás más llama la atención es el arranque que se efectúa sin tener que meter la llave en ningún bombín, pues la llave actúa por proximidad, y a menos de 1 m. Para activar tanto la apertura del asiento, el tapón de la gasolina, el desbloqueo de la dirección o poner el scooter en marcha, tenemos que hacer girar la pequeña rueda situada bajo el manillar, en la parte derecha del escudo, donde también está el botón de apertura del asiento. Todo un detallazo para un scooter que tan sólo cuesta 2.649 € y que para poder llegar al mercado con un precio tan ajustado, ha optado por primar el equipamiento y el diseño y optar por unos componentes ciclo básicos pero eficientes. Por ejemplo, la suspensión no es muy refinada y esto hace que sus reacciones sean un poco secas e incluso que el tren delantero se aligere un poco cuando vamos deprisa. Pero es normal e incluso acertado porque la mayoría de la gente busca más un bonito diseño y cosas que le hagan la vida más fácil antes que una estabilidad ejemplar, de scooter deportivo. Nos parece en líneas generales un producto sumamente atractivo que se puede compra en blanco, negro o color titanio y ya está disponible en los concesionarios de la red Daelim.