Triumph ha sacado de la chistera un gran despliegue tecnológico, para dar vida a la nueva familia Tiger 800, que se nos ofrece en 4 variantes: Las XR/XRx y las XC/XCx, las dos primeras enfocadas a un uso más asfáltico y las otras 2 evolucionadas hacia un uso más campero. Las que se describen con la “x” minúscula en su nomenclatura, cuentan con un extenso equipamiento de serie.
Los ingenieros de la marca han realizado un gran trabajo en el apartado técnico empezando con el acelerador sin cable “ride by wire” o el ABS desconectable en los modelos XR y XC y adaptable en los XRx y XCx. También contamos con el TTC (Control de Tracción Triumph) igualmente desconectable en los modelos más básicos y programable en la gama XRx y XCx y continuando con los nuevos modos de conducción (Road, Off-Road y Rider). Todos los modelos cuentan con ordenador de a bordo, más avanzados y con más opciones en las XRx y XCx, que los modelos básicos.
Además los modelos “x” esconden una última sorpresa que nos hará mejorar los consumos: el control de velocidad de serie.
En el apartado mecánico, el tricilíndrico británico ha recibido algunas mejoras para dulcificar su comportamiento y reducir los ruidos, según declara la marca. La potencia ofrecida son 95 CV con consumos ajustados.
La parte ciclista cuenta también con importantes mejoras en frenos y suspensiones, que mejorarán la ergonomía y la conducción. La variante campera XC/XCx se ofrecen con llantas de radios y 21” delante, mientras que el modelo XR/XRx cuenta con llanta de aluminio y 19” delante. Llegarán a los concesionarios a partir de enero de 2015 desde 9.895 € en el modo más básico.
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