La Mission One Superbike ya era una moto hiper deportiva con alma eléctrica y muy buena reputación. Fue al lago salado de Bonneville a por el récord de velocidad máxima, había participado en el Mundial de motos eléctricas, TTXGP, y hasta en la Isla de Man, donde se dan cita las mejores desde 2009.
Con la R, Mission apunta todavía más alto. Su poderío deriva de un cuerpo de baterías de 14 kWh que está alojado en un módulo de fibra de carbono. Para que pueda recargar aprovechando las retenciones, dispone de una unidad de 100 kW que también permite ajustar el mapping del acelerador. El motor, refrigerado por agua, dispone de una potencia ya muy respetable pues los 141 CV de potencia máxima pueden impulsar a la Misión R hasta los 257 km/h, superando la velocidad que ofrecía su predecesora, la One, que podía alcanzar 240 km/h de punta. Estamos hablando de cifras muy serias, sobre teniendo en cuenta que sólo tiene una marcha y enroscar a fondo el acelerador tiene que ser toda una experiencia. El propulsor forma parte de la estructura, realizando una función portante, como también lo hace el cuerpo de baterías, aunque soporta el estrés de las fuerzas en menor medida.
Ante semejantes prestaciones, la parte ciclo es de una hiper deportiva del más alto nivel. Comenzando por su chasis multitubular, el basculante monobrazo de aluminio o las suspensiones, todo responde a un objetivo muy claro: efectividad en circuito. Por eso no se ha escatimado en dotarla de suspensiones de mucha calidad, tal y como se puede ver en el equipo, confiado completamente a Öhlins que ha puesto al servicio de la Misson R componentes de lo mejorcito de su repertorio: Horquilla invertida FGR 000 TTX 25 con carga de gas, totalmente regulable, y monoamortiguador TTX36, también regulable en todos los parámetros, incluso para alta y baja velocidad, igual que la horquilla.
El equipo de frenos tampoco es “manco”. Delante luce una pinza monobloque Brembo de cuatro pistones que muerde un disco de 320 mm. Y detrás monta una pinza Brembo HPK de dos pistones. Las llantas Marchesini de magnesio forjadas también son otra exquisitez de esta nueva Mission R que va directa a por el Mundial TTXGP de motos eléctricas y no se ha reparado en gastos para lograrlo.
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