Una moto se sabe que es muy buena cuando lleva mucho tiempo en el mercado: gusta a los compradores y da satisfacciones a la marca. Eso es lo que sucede con la Yamaha FJR1300, una máquina tan bien pensada desde el punto de vista del turismo de larga distancia como desde el prisma de las prestaciones y el comportamiento dinámico.
¿La perfecta sport-turismo?
Sin duda no hay muchas a su nivel y para Yamaha parece claro que sà lo es, a juzgar por las periódicas actualizaciones sin necesitar profundizar en un auténtico cambio de modelo tras 15 años de vida, en los que se han vendido más de 60.000 unidades en Europa.
De cara a 2016 la FJR se pone al dÃa con detalles propios de la evolución técnica como es la incorporación de iluminación LED integral para todas las funciones luminosas. Además, en su caja de cambios se mejora la transmisión añadiendo una marcha más: por fin seis. Y por último se retocan detalles como el diseño del guardabarros trasero y el panel de instrumentación, con nuevos grafismos y aspecto mas sofisticado.
La nueva transmisión permite según Yamaha reducir los escalones entre las marchas y ofrecer un mejorado comportamiento dinámico si se circula en velocidades cortas, al tiempo que mejorar la autonomÃa y eficiencia de combustible cuando se recurra a esa nueva sexta velocidad, más larga. Otra mejora de la transmisión es la incorporación de un embrague anti rebote, el mismo que equipa la R1 2015, que permite deslizar y no clavar la rueda en reducciones muy fuertes.
Toda la iluminación de la FJR1300 pasa a ser LED, incluyendo la luz de cruce y carretera, y en el caso de las versiones superiores FJR1300AE y AS se dispondrá además de luces auxiliares de curva, que aumentarán la anchura del haz hacia el lado interior en los virajes; una interesante mejora en circulación nocturna.
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