Esta será la moto con la que Honda busque recuperar el prestigio perdido en la máxima competición de prototipos derivados de motos de calle, WSBK. Y tiene una base excelente en la RCV213V-S, una exclusiva y carísima pieza de coleccionista que recibirá una cura de humildad para poder fabricar una moto por debajo de los 40.000 €, la cifra tope para una moto de serie pueda participar en el Mundial de Superbikes. Y para ello también se tienen que fabricar un número mínimo de unidades que el reglamento ha reducido a 500, por lo que será un precio bastante por debajo para que la moto pueda tener una mínima proyección comercial.
Parece que esperar hasta 2018 tiene sentido ya que la nueva CBR1000RR Fireblade se lanzará en 2017 y parece que no será tanto una absoluta bestia de circuito como si una hiper deportiva con buenas aptitudes en carretera. Por lo tanto la nueva RVF1000 se posicionaría como una tope de gama pero sin llegar a la categoría de la RCV213V-S, cuyo precio y tecnología la separan tanto del mundo real que parece de otra galaxia.
Las claves técnicas, según las patenetes filtradas hasta el momento, de la nueva hiper deportiva serían las siguientes:
• Chasis: sería un bastidor de fundición de aluminio con tres secciones. Esto hace que su fabricación no sea demasiado cara para un número relativamente grande de unidades.
• Monocasco: el frontal recerado muy al estilo Panigale, presenta la unión de la parte delantera a la estructura monocasco por encima de la V del motor y haciendo las veces de airbox.
• Subchasis: va anclado a la bancada del cilindro posterior y la parte trasera de la estructura monocasco. También es el anclaje del monoamortiguador posterior.
• Basculante: su estructura monobrazo es un tributo a las RC que tendrán en esta RVF1000 una digna sucesora con mecánica V4.
Y todo acompañado por una ingente cantidad de electrónica derivada de MotoGP así como un conjunto de suspensiones bastante exquisito. La potencia es una de las grandes incógnitas pero no creemos que sea inferior a los 210-215 CV, teniendo en cuenta que por desgracia quedarían todavía dos años para conocerla, un tiempo en el que sus rivales también evolucionarán en todos los sentidos.
