La KTM Freeride E-XC 2018 ha mejorado mucho si la comparamos con la primera versión lanzada hace ya tres años, cuando la firma austríaca sorprendió a todos con su primer modelo eléctrico. Un 50% más de autonomía con una batería que permite ya disfrutar de una hora y media de auténtico enduro con una montura ligera, pequeña y manejable que puede ser conducida con el carnet A-1 de moto o con el de coche en las mismas condiciones que cualquier moto de 125 cc. Hay disponible una versión no limitada que rinde una potencia de 24 CV y que está pensada para los usuarios del carnet A-2.

La capacidad de carga puede verse incrementada aprovechando el nuevo sistema de recuperación de la energía, que aprovecha la inercia de las bajadas y de las frenadas para recargar la batería.

La Freeride E-XC permite elegir entre tres modos de conducción -Economy, Enduro y Cross- para adecuar la entrega de potencia a las necesidades de cada momento. Se trata de una moto muy sencilla de conducir pues carece de embrague y de caja de cambios, lo que unido a su altura del asiento (900 mm) y manejabilidad, hacen que sea una montura para todos los públicos.

Otras importantes novedades en 2018 son la incorporación de una horquilla Xplor 43 y de un amortiguador PDS Xplor, ambos componentes de la marca WP. El chasis también ha sido renovado para mejorar la estabilidad.

La Freeride E-XC marca además el punto de partida de KTM en el segmento de las eléctricas, pues detrás de ella llegarán inmediatamente dos nuevos modelos: una moto infantil y un scooter, poniéndose como meta el contar con un amplio catálogo de este tipo en 2015.