Lo principal es que ambas son las primeras motos Norton al alcance "de todos los públicos" ya que sus precios serán de 12.250 € en el caso de la Nomad y de 13.500 € en el de la Ranger.

Uno de los puntos clave ha sido el desarrollo de un nuevo motor que también dará origen en breve a una variante de estilo deportivo. Se trata de un bicilíndrico en paralelo de 650 cc cuya potencia máxima anunciada es de 84 CV. A pesar de que este nuevo bloque motor es exactamente la mitad de lo que cubica la Norton V4, Norton solo ha empleado la culata para el desarrollo del nuevo propulsor. 

Ambas estrenan un chasis de acero con estructura tubular y aunque comparten un ligero peso declarado de 174 kg en seco, contienen muchas diferencias que les confieren una diferente orientación. Unas de las más importantes está en las llantas y los neumáticos, aunque lo que sí comparten es el indispensable diseño de radios.

La Nomad emplea unas Avon Trailrider tyres (110/80 R18 y 180/55 R17), mientras que la Ranger que tiene un mayor recorrido de suspensión, monta unas Avon Trekrider Rubber en una llanta delantera de 19", manteniendo la trasera de 17" (120/70 R19 y 170/60 R17).

El depósito de combustible, a pesar de estar muy bien integrado en su precioso diseño, cuenta con 15 litros de capacidad por lo que está garantizada una autonomía decente. La altura de los asientos es de 824 mm en el caso de la Nomad y de 875 mm en el de la Ranger. 

En cuanto a suspensiones y frenos, estas Norton dejan bien claro que apuestan por el diseño, la nostalgia y también por la eficiencia dinámica gracias a la calidad de sus componentes: el ABS desconectable cuenta con la alianza de sendas pinzas Brembo de anclaje radial, mientras que las suspensiones son regulables y pertenecen a la firma Norton Roadholder, desarrollada por Stuart Garner y su equipo en Silverstone Hall.

Norton planifica fabricar 2.000 unidades cada año para venderlas en todo el mundo, por lo que en 2019 las veremos también en España.