Tras las apetitosas pero más asequibles F3 (ver reportaje) y Brutale 675 (ver reportaje) La actividad de la marca italiana está siendo increíble durante los últimos tiempos, algo que resulta todavía más chocante si tenemos en cuenta que no hace mucho Harley-Davidson llegó a un acuerdo de compra con los hermanos Castiglioni para romperlo poco tiempo después. Aquello era aparentemente una mal señal, pero por fortuna no ha resultado así y desde entonces todo es trabajar y trabajar. Ahora hace falta que el mercado no les de la espalda en estos tiempos tan inciertos que vivimos, aunque a juzgar por el comportamiento del segmento del lujo, puede resultar más sencillo vender una MV Agusta F4 que una Derbi Senda... en fin.

Sobre la base de la F4 acaba de hacerse pública esta evolución que llegará al mercado el año que viene y que se caracteriza por la calidad de los componentes y un nuevo motor que rinde nada menos que 198 caballos.  La clave es precisamente esta, un motor nuevo, con carrera más corta que el precedente y unas cotas internas que pasan por tanto de 76x55 a 79x50,9 milímetros. La consecuencia es el incremento de pegada en la parte alta del tacómetro, con una zona roja que comienza en 13.900 revoluciones / minuto al tiempo que se reduce la velocidad lineal de los pistones forjados y aligerados debido a la reducción de la carrera, pasando de 24,7 a 22,9 metros / segundo, lo que hasta la propia marca reconoce como una ventaja en lo referente a fiabilidad.

La potencia máxima llega apurando casi al límite el propulsor, a 13.400 rpm. y esto teniendo en cuenta que el escape dispone del restrictivo pero inevitable catalizador, porque no hay que olvidar que, aunque parezca increíble, se trata de un modelo legal para circular por carretera. Evidentemente la culata ha sido profundamente modificada, de hecho es completamente nueva, con válvulas más grandes tanto en la admisión (de 30 pasan a 31,8 milímetros) como en el escape (de 25 a 26 mm.) y realizadas en titanio para reducir el peso. También es nuevo el cigüeñal y el tortuoso escape 4-2-1-4, cuyo sonido advierten que puede crear adicción y no vamos a llevarles la contraria. En la parte por la que entra la gasolina hay una inyección con mariposas de 49 milímetros de diámetro y el sistema de colectores de longitud variable TSS, para no perder del todo la progresividad desde un régimen de giro razonablemente bajo.

MV Agusta también ha trabajado en minimizar las pérdidas de potencia derivadas de la fricción en la F4 RR 2012, con una desmultiplicación replanteada para reducir la velocidad de giro del alternador y de la comba de agua, lo que en pequeña medida contribuye a evitar pérdidas internas. El cambio de marchas es extraíble, de tipo “cassetteâ€, con relaciones más cortas y unido a un embrague con sistema antibloqueo. La electrónica controla las embestidas de semejante motor y dispone de un control de tracción con dos mapas de funcionamiento que pueden seleccionarse desde la maneta izquierda.

La parte ciclo, desde luego, está a la altura. Emplea el mismo bastidor que la F4 pero las suspensiones son específicas y completamente regulables. La horquilla es una Öhlins NIX con barras tratadas con nitrato de titanio y 43 milímetros de diámetro. Detrás, un imponete amortiguador suministrado por la misma marca y tomado directamente de la competíción, un Öhlins Racing TTX 36 regulable en precarga de muelle, compresión, rebote y longitud, esta última característica muy útil para adaptarlo a estilos de conducción o características de cada circuito, aunque también podrá variarse la altura desplazando el vástago que sirve de anclaje entre el propio amortiguador y el basculante. Las llantas son de aluminio forjado y pesan un kilo menos cada una con respecto a la F4 estándar y los frenos se confían a lo mejor de Brembo: pinzas Monoblock y bomba radial.

En definitiva una rabiosa superbike con una cifra de potencia récord, dotada de lo mejor de lo mejor en materia de componentes y cuyo precio en Italia es de 22.900 euros estando disponible desde finales de este mismo mes de mayo.