A primera vista, la tendencia de este nuevo modelo es muy continuista; y es que una moto con tan buena reputación en todos los sentidos no convenía ponerla “patas arriba”. Aún así, estamos ante una moto más larga, alta y ligera que luce un carenado rediseñado, de aspecto mucho más actual aunque sin asumir grandes riesgos. La pantalla es regulable algo completamente nuevo. Puede ajustarse a tres alturas diferentes, ya que podemos subirla 24 mm ( 8 mm hacia detrás) o bajarla 18 mm (18mm hace delante). Un muy buen detalle por la versatilidad de uso que proporciona. También el asiento se puede adquirir 20 mm más alto o más bajo del tamaño estándar.

El depósito de combustible pierde 2 litros para quedarse en 20, y aún así sigue siendo una cifra muy elevada que permite una gran autonomía. Destacan las formas del nuevo depósito, muy estrecho pero capaz. Y es que la ergonomía se ha cuidado de forma especial, mejorando la versión precedente que ya destacaba por su confort y facilidad de manejo. Por eso estamos ante una moto estrecha que permite llegar bien al suelo y ofrece esa sensación de control que tanto se agradece.

En la parte trasera todo es nuevo: escape, parrilla, grupo óptico, colín...todo está preparado para adaptar tanto dos maletas laterales como un baúl posterior. Y es que una de las grandes bazas el numeroso equipamiento opcional que ofrece Suzuki con la nueva V-Strom 650 ABS.

El fabricante japonés habla de nuevo motor pero no es ni mucho menos exacto aunque hay modificaciones clave. De hecho las cotas internas de los cilindros son exactamente iguales (81x62,6 mm) pero sí se ha ganado en par a bajo y medio régimen.¿Cómo? Con una nueva cámara de combustión con válvulas de mayor diámetro dispuestas en un ángulo más estrecho y unas bielas con diferente superficie. También han sido revisados con árboles de levas.

Puede que alguien se sienta un poco decepcionado, bienvenido al club porque después de tantos años sin más cambios que los nuevos colores, esperábamos algo más a fondo. Pero también es cierto lo que decíamos al principio, si algo funciona, para qué revolucinarlo.