Las motos americanas son como eternas vueltas al mismo concepto. Clichés o arquetipos de patrones perfectamente definidos desde hace décadas, pero cuya clientela no parece querer oír hablar de cambios sustanciales. Así, cuando Victory puso el ojo en un segmento de la gama Harley que tenía todavía sin atacar, decidieron que no se iban a alejar demasiado de la pauta, pero que al mismo tiempo realizarían una interpretación libre de la melodía de siempre: ¡puro jazz!

La nueva Victory Judge se calza con unas llantas de aleación de 16 pulgadas pintadas en negro mate con cantos pulidos que parecen diseñadas para su rival -de hecho la Sportster ofrece una versión con llantas de diseño muy similar-,  pero dotadas de neumáticos Dunlop Elite II con enorme balón en ambas ruedas: 130/90 delante y 140/90 detrás, que confieren a esta nueva sport cruiser (300 kilos en vacío…) una estampa con personalidad propia. Lo mismo sucede con la suspensión delantera confiada a una gruesa horquilla de 43 milímetros de diámetro, mientras que la trasera recurre a un amortiguador central como el resto de la gama Victory; o igualmente la doble salida de escape lateral. El pequeño faro frontal con carcasa negra también contribuye a dotar de carácter a la Judge, lo mismo que el manillar más bajo y adelantado de lo que es habitual en la marca, las estriberas montadas más atrás que en otras compañeras de catálogo o las tapas laterales planas, inspiradas en placas porta-número. No obstante el bastidor es idéntico al de las High Ball y Hard Ball, con similares cotas, peso y hasta el mismo depósito de combustible, si bien en este caso el asiento sitúa al piloto algo más arriba (658 mm.).

Cuando la semana pasada nos enteramos de que Victory iba a lanzar una cruiser más sport pensamos que quizá pudiera tratarse de una rival de la Sportster (ver vídeo-teaser), y la verdad es que no es así, al menos comparando la capacidad de sus motores. El motor de la Judge es el de siempre, un V twin a 50º de 1.731 centímetros cúbicos con cuatro válvulas por cilindro accionadas por un árbol de levas en cada culata, alimentado por inyección electrónica y con una moderada compresión de 9,4:1. La caja de cambios es de seis velocidades, como en todas las Victory, y el único dato de rendimiento facilitado es el par: 153 Nm (113 lb ft en medidas imperiales) para salir empujando pistonada a pistonada desde muy abajo, sin necesidad de estresar al propulsor ni cambiar el rictus sobre la moto.

La Victory Judge se pone hoy a la venta en Estados Unidos, con un precio base de 13.999 dólares (10.823 euros al cambio actual).