Solex es una marca francesa que cerró sus puertas en 1988 después de fabricar millones de pequeños motores incorporados sobre la rueda delantera de una bicicleta desde 1946. Tras un paréntesis de casi veinte años la idea original volvió cargada de nuevos argumentos pero con una filosofía urbana y utilitaria que no ha perdido un ápice de lógica 70 años después.

Ahora e-Solex confía en un motor eléctrico que se sitúa en el mismo lugar que lo hacía el del modelo tradicional, justo encima de la rueda delantera, y que ofrece unas prestaciones en la línea de aquel: 35 km/h de velocidad máxima y una autonomía de 40 kilómetros. La diferencia, evidentemente, está en que el nuevo e-Solex no visita las gasolineras sino los enchufes para recargar una batería extraíble que en cuatro horas alcanza el 70% de su capacidad y requiere ocho para alcanzar el máximo de energía.

El diseño del e-Solex es obra de Pininfarina y consiste en un conjunto muy ligero, apenas 40 kilos con batería, dotado de frenos de disco en ambas ruedas horquilla telescópica y pedales plegables. Su sillín es monoplaza y regulable en altura como el de cualquier bicicleta.

La distribución exclusiva en España del e-Solex corre a cargo de la empresa Magic Llums de Sabadell.