Un aplauso, por favor, para esta sport-turismo. Es fruto de la pasión de una pequeña empresa norteamericana dispuesta a hacerse un hueco en el cada vez más hostil panorama de la moto a nivel mundial. Trabajan con la idea de crear un producto genuinamente americano capaz de poner en jaque a los todopoderosos gracias a su audacia y buenas ideas, entre las que destaca por encima de todo el propulsor elegido.

El punto de partida es un musculoso V8 “Small Block” de General Motors -que no es precisamente pequeño- partido por la mitad y con la admisión modificada para adoptar un sistema de inyección directa. Muy pecumotus-mst-01-frontliar, pero todavía hay más: la bomba de gasolina está accionada por correa y las estrechas culatas, con dos válvulas por cilindro, tienen las peculiares formas que indican el clásico accionamiento por varillas y balancines. En unas cosas este motor parece estar a la última y sin embargo en otras es tan reaccionario como los politicos de su Alabama natal. La cilindrada definitiva parece que será 1.654 centímetros cúbicos y la posición longitudinal (cilindros transversales) permite que la vista se recree en sus exóticas culatas, sus artesanales colectores y el sorprendentemente compacto tamaño general y en especial de la caja de cambios.

Al pensar en un V8 americano y de los gordos nadie podría adivinar a priori que de ahí puede salir un motor de moto seria, que quiere dar la nota y sin desentonar. Motus parece tener claro qué quiere conseguir con todo esto: un motor con excelente respuesta a bajo y medio régimen, de sencillo manteniemiento y probada fiabilidad, genuinamente americano, pero que además sea capaz de superar las normas antipolución gracias a la inyección directa, que permite dosificar con más precisión que la admisión por mariposas la cantidad de combustible pulverizado. La manufactura del motor, denominado KMV4, ha sido encargada a Katech, preparadores especializados en Corvettes de carreras y responsables del corazón de los atronadores LS7R que año tras año logran la victoria en GT1 en las míticas 24 Horas de Le Mans. Y para que veáis que esto funciona de verdad, ahí va un vídeo publicado por el fabricante en el que se ve al motor en una prueba en banco:

Y es hasta ligera
Aunque parezca increíble, una de las bazas de la Motus MST-01 frente a la competencia  podría estar en el peso. El peso del motor es sorprendentemente bajo: 59 kilos, e incluyendo también el embrague y el cambio de marchas de seis velocidades se queda en 90 kg. La incipiente marca americana declara 227 kilos en seco para su futuro modelo sport-turismo, en lo que tendrá que ver el chasis realizado en tubos de acero y de apariencia claramente Sport, que encajan perfectamente con los componentes elegidos para la ciclística: suspensiones Öhlinsy frenos Brembo con pinzas de anclaje radial. Eso sí, estos refinamientos serán exclusivos de la versión “R”, la más equipada y dotada incluso de depósito de combustible de fibra de carbono.

motus-mst-01-engineNo diría precisamente que se trata de una moto sofisticada, pero desde luego sí realizada con una enorme calidad mecánica, tanto por lo que tiene de producción genuina como con  respecto a los comentados componentes. Ojalá llegue muy lejos, porque cada vez es más difícil para un pequeño fabricante competir con los productos de fabricación a gran escala desarrollados con tecnología de última generación, como cajas de cambios de doble embrague, controles de tracción, ABS, suspensiones activas, etcétera. Quizá no sería mala idea que para ir mejor armados a la batalla comercial, los chicos de Motus se replanteasen la anodina estética de la MST-01... a la que particularmente le veo un aire al Vectrix, pero con maletas y ruedas grandes.

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