Victory sigue empeñada en demostrar que no hay porqué centrarse en Harley-Davidson para buscar motos genuinamente americanas, si bien es cierto que basta mirarlas para entender en qué espejo se reflejan. No obstante, esta marca trata de diferenciarse en estilo y actitud de su referencia ineludible con productos que no chocan frontalmente con las motos de sus competidores y que añaden un “plus” de individualismo.

victory-boardwalk-p2Este es el caso de la Victory Boardwalk, un nuevo modelo sobre la base habitual de la marca, que permanece inalterada con su V2 de 1.731 cc. En esta ocasión se ha buscado diseñar un estilo eminentemente clásico, con llantas de 16 pulgadas y radios cromados, neumáticos de banda blanca en medidas 130/90 y 150/80 y envolventes guardabarros que mantienen el estilo clásico pero añaden un notable matiz de customización.

Su carrocería es inmediatamente reconocible como Victory por la línea sinuosa que fluye desde el faro triangular hasta el guardabarros trasero, y entre los elementos comunes a otras Victory destacan algunos elementos específicos como los ya comentados guardabarros, la llantas de radios o el manillar Beach.

Como en otras motos de la marca el asiento del pasajero se puede desmontar con facilidad para no estropear la estética individualista cuando se rueda en solitario. Su peso en vacío es de 307 kilos y nada mejor que para animarla a ritmo cruiser que los 150 Nm de par de su motor Freedom 106 (106 pulgadas cúbicas = 1.731 cc.).

La Victory Boardwalk 2013 ya está disponible en el país de las barras y estrellas en dos colores: Solid Black y Solid Pearl White. Con el acabado negro tiene un precio de 15.499 dólares mientras que en blanco con efecto perla sube hasta 15.899 $ en la mayoría de los Estados Unidos. En nuestro país, donde las Victory se siguen vendiendo con cuentagotas, habrá que esperar precios algo más elevados a consecuencia del transporte y los impuestos más elevados... eso cuando llegue.

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