Probamos el Yamaha BW’s 125: armamento ligero

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En su etapa de gestación el BW’s fue cautivando a la prensa especializada y al público en los salones de muestra como un concepto futurista del BW’s original de 50 cc todavía en el catálogo de Yamaha y definido por sus ruedas mixtas, suspensión con más recorrido de lo normal, escasa superficie frontal, plataforma alta, y en especial, por un diseño juvenil y desenfadado. Y la expectación fue tal que pasó de los salones a los concesionarios, donde llegó antes del verano 2010.

Y ahora ha caído en nuestras manos para someterlo a una prueba donde poder comprobar las cualidades de este scooter tan especial. Y lo es primero por su frontal, donde acuden todas las miradas, extrañadas y atraídas por sus dos faros superpuestos y el manillar sin carrozar, estilo naked. Pero no sólo sorprende por su frontal sino que la vista trasera también reclama su protagonismo debido al diseño circular de sus dos faros encastrados en una singular pieza donde mueren dos tubos pertenecientes a la estructura tubular del chasis que muestra al desnudo en toda la parte trasera.

Siempre en la “pole”

Pero lo mejor está por llegar y es cuando se pone en movimiento. Destaca por su movilidad, siendo capaz de hacer movimientos muy rápidos, ayudado por un motor con una chispa tremenda. En principio se trata del mismo bloque utilizado en el Cygnus X pero rinde de una forma superior, sobre todo por su enérgica salida. Y no sólo rinde bien en el momento del arranque sino que es capaz de mantener una aceleración muy digna hasta llegar a los 100 km/h de marcador, donde la velocidad se estanca. Y aquí puede residir su secreto porque en la transmisión quizás se haya buscado más aceleración aun a costa de sacrificar algo de velocidad punta, ya que su escasa protección frontal lo hace recomendable para ciudad y no tanto si circulamos mucho por carreteras secundarias por autovías de circunvalación.

Si a esta chispa de su motor sumamos un peso de tan sólo 120 kg y unas geometrías que favorecen sus ágiles movimientos, tenemos un cóctel preparado para ir de un extremo al otro de la ciudad en un santiamén, driblando coches con facilidad y encontrando siempre espacios al aprovechar sus compactas dimensiones. El comportamiento es impecable, mostrando un dinamismo y una precisión excelentes.

Lo que menos gusta de sus movimientos es al encontramos con baches porque la suspensión se muestra muy poco progresiva y transmite incómodos rebotes. Peca de poca calidad en este aspecto pero en parte es normal debido a un precio ajustado (2.799 €) que inevitablemente provoca ahorrar en ciertos aspectos y este parece ser uno de ellos. Porque el BW’s transmite buena sensación en cuanto a los acabados a pesar de su carácter básico pues en su sencillez reside buena parte de su encanto.

El equipo de frenos está formado por un pequeño disco delantero de 220 mm y pinza de doble pistón junto a un tambor trasero. Las manetas funcionan de forma independiente y el rendimiento, sin sobresalir, es más que suficiente para detener el liviano BW’s 125 con total seguridad.

Sencillo y práctico

En cuanto a la comodidad y los argumentos prácticos, hay que comenzar hablando de la plataforma reposapiés que influye en ambos aspectos. Es una plataforma alta que obliga a flexionar bastante las piernas y esto condiciona la posición de conducción que puede no ser muy cómodo si tu talla es muy grande. La postura fuerza ligeramente el cuerpo hacia delante, no permitiéndonos estirar los brazos pero sin imponer una posición incómoda. La plataforma plana tiene una gran ventaja a la hora de llevar bultos porque permite acomodarlos, o bien entre nuestras piernas o incluso colgándolos del gancho disponible bajo el manillar.

A la hora de guardar el casco contamos con un buen espacio bajo el asiento, donde podemos dejar un casco integral, algo muy importante en un scooter que debe ser nuestro mejor compañero en la urbe. Pero tiene una contrapartida y es que el depósito de combustible tiene una capacidad más bien pequeña a nuestro entender para poder diseñar un hueco tan generoso en un scooter más bien pequeño. Es cuestión de visitar más la gasolinera y estar un poco pendiente porque no dispone de testigo de reserva aunque sí del nivel de gasolina.

Y por último comentar otros pequeños detalles como los espejos retrovisores, un poco pequeños, la presencia de barra trasera para el agarre del pasajer@ y los reposapiés integrados con el tamaño justo pero suficiente para el acompañante que goza también de un espacio apropiado pero sin holguras.