La versión Urban es 500 € más cara que la normal, llamada Premium, y la diferencia para llegar a los 4.499 € es simplemente que nuestra protagonista mejora la frenada gracias a un sistema combinado asistido por ABS. El resultado es que la seguridad se incrementa notablemente y por eso es un ingrediente interesante a pesar del sobreprecio porque funciona realmente bien.
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El tacto general del scooter es agradable y se percibe calidad tanto en los materiales empleados como en el ajuste de todo, algo en lo que ha mejorado respecto a su predecesor. También pone a disposición un equipamiento muy completo con detalles destacables como la funda impermeable para cubrir el asiento que encontramos en una pequeña trampilla justo en la punta del mismo. El hueco para las gafas en el centro del manillar también es muy singular y también se agradece mucho la enorme guantera con llave y toma de corriente. 
Si a esto sumamos una completísima instrumentación y buenos detalles como los espejos retrovisores que por su tamaño, fijación y visibilidad son unos de los mejores que podemos encontrar en un scooter, el Satelis va justificando poco a poco su precio.
>Ficha técnica, precio y fotos Peugeot Satelis 125 Urban '12
Pero falta lo más importante que es arrancarlo y probar sus dotes mecánicas y dinámicas; el despertar del motor es suave y silencioso, buenos indicios de lo que nos espera. Y es que el tacto del es realmente bueno al acelerar, denotando una perfecta sintonía con el embrague. Nada de tirones, pura suavidad y decisión porque el motor empuja con ganas desde los primeros metros. Lo cierto es que el desarrollo parece ideal para un scooter que entra y sale de la ciudad con frecuencia porque cuenta con una respuesta siempre viva y es capaz de desarrollar una punta no muy alta pero suficiente para circular por autovía a unos 110 km/h reales. El consumo durante la prueba, todo el día con el puño a fondo, no superó nunca los 4,7 l/100 km, por lo que sin ir enchufado día y noche, está en torno a los 4 l/100 km.
León en la jungla urbana
Destaca por su agilidad, perfecta para ciudad donde permite driblar coches con facilidad gracias a la ligereza del tren delantero con unas acertadas geometrías de dirección. Esto no está reñido con un aplomo que siempre muestra apoyado en unas suspensiones de calidad capaces de resultar confortables sin pecar de blandas ya que absorben con mucha efectividad cualquier irregularidad.
Al moverlo en parado también llama la atención ésa sensación de ligereza que nos permite hacer cualquier maniobra sin apenas esfuerzo. Se trata en general de un scooter que te pone siempre las cosas fáciles porque además de la conducción intuitiva y fácil, es muy confortable, tanto para el piloto como para el pasajero. Precisamente se ha mejorado la posición del acompañante que va más cómodo con las nuevas estriberas extraíbles aunque sigue viajando bastante elevado respecto al piloto y esto le deja un poco desprotegido.
El conductor disfruta de un puesto confortable con una pantalla de acertado tamaño y con buena calidad de visión amén de la posibilidad de estirar las piernas para variar la posición o simplemente por ir más cómodos. El tacto de todos los mandos es bueno, las puntas del manillar no son muy abiertas y tenemos una sensación de control perfecta para maniobrar constantemente. La visión de la instrumentación también resulta agradable con su fondo de pantalla azul y abundante información en un formato claro, de fácil lectura.
Mascota práctica y servicial
A la izquierda de la dirección tenemos una guantera no muy ancha pero aprovechable al ser bastante profunda y con toma de corriente. Un buen detalle que se complementa con el gancho portabolsas que puede resultar, y de hecho resulta útil, aunque no tengamos palaforma plana. El hueco bajo el asiento se abre desde el bombín y cuenta con l
a peculiaridad de poder acceder a él sin apagar el scooter porque la llave gira al sentido contrario de lo normal para hacer esta operación.
Y encontramos un espacio realmente grande en el que caben dos cascos integrales sin problemas y algunas cosas más al fondo porque Peugeot ha podido ganar más espacio al ya de por sí amplio primer Satelis. Tiene luz de cortesía y cuando apagamos el scooter también nos apoya con una retroiluminación de las luces de posición con los juegos de led incluidos que lucen durante unos segundos por si escasea la luz a nuestro alrededor. El sistema de iluminación está bastante cuidado para no tener problemas con el ver o ser vistos.
Como podeis ver es un scooter lleno de buenos detalles y su estilo está influenciado por PSA, el gigante francés del automóvil donde se encuadra la división Peugeot Scooters que en este caso ha recibido algo del adn automovilístico para seducir al público que da el salto del coche al scooter, una de las mejores ideas que se pueden tener hoy en día. En el panorama hay mucho y bueno para convertirlo en una experiencia que enganche y el Satelis es un excelente ejemplo entre otros muchos que se pueden encontrar en el rico mercado de 125 cc.
