MV Agusta sugiere no sólo deportividad sino también exclusividad pero la marca italiana se ha propuesto ir abriéndose al gran público y motos como la Brutale 920 demuestran esta firme intención.
"Económica" y 100% Brutale
Tiene toda la esencia, la calidad y la tecnología de la marca pero su precio no es tan prohibitivo como el de la 1090 R, por no hablar de la "RR". Por eso esta Brutale es una firme candidata a entrar en tu garaje si buscas una naked deportiva que sea capaz de enamorarte cada vez que te subes a ella, y lo más importante, con una personalidad única y un halo de exclusividad que se ve y se siente.
Hay dos cosas en la Brutale que juegan un papel definitivo en su seductor comportamiento dinámico: el motor y la parte ciclo. Pocos motores de cuatro cilindros tienen ésa respuesta en bajos y medios, sin eso significar falta de potencia arriba. Y es que 129 CV dan para mucho, aunque estas motos buscan más las sensaciones de aceleración que las de prestaciones puras porque la ausencia de protección frontal es un freno natural que no invita a buscar la barrera del sonido.
Aún así, la rigidez de la parte ciclo es tal que el aplomo hace alcanzar velocidades muy altas sin apenas percatarnos; un buen ejercicio para fortalecer el cuello y las cervicales. El chasis multitubular heredado de sus hermanas de alta gama es responsable del tacto rígido de la moto pero a la vez permite una estupenda manejabilidad. Forma un equipo perfecto con las suspensiones multirregulables que juegan un papel esencial en las buenas sensaciones que transmite la Brutale 920. Y es que el tacto es excelente gracias a ésa sensación de solidez.
En cuanto al embrague y el cambio de marchas, acompañan muy bien gracias a que el primero es de accionamiento hidráulico y con la maneta regulable, y el segundo es bastante preciso, permitiéndonos cambiar de marcha rápido para extraer el gran potencial que llevamos entre las piernas.
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Felina
Agilidad y precisión son dos palabras que definen perfectamente su comportamiento en curvas, da igual que sean lentas, medias o rápidas. Los cambios de dirección se hacen con tremenda facilidad pero no nos engañemos; es una moto que requiere cierta pericia por parte del piloto. Su ligereza y buen centrado de las masas así como un acertado reparto de pesos, juegan un importante papel en estas buenas sensaciones dinámicas.
Corazón latino
Volviendo al motor…sólo se pueden hablar maravillas, por la respuesta, el tacto e incluso el sonido pues según escalan las r.p.m. en el tacómetro, el bramido se intensifica, regalando al oído una melodía casi de carreras y a tu cuerpo guerrero, una aceleración vigorosa y consistente, sin fisuras. La conexión y el tacto del acelerador son exquisitos y además podemos optar entre dos mapas de motor sport y rain. Como era verano, lo único con lo que pudimos "jugar" fue con el control de tracción de ocho niveles. La inmediata y rotunda respuesta del motor al gas resulta casi adictiva; es una invitación constante a vivir deprisa y un rasgo esencial de su carácter de latino.
La verdad es que ir seleccionando los muchos parámetros que podemos regular en la instrumentación no es tarea del todo sencilla, el funcionamiento es poco intiutivo. Incluso tenemos cronómetro para las tandas pero echamos en falta información muy útil como el nivel de gasolina o un reloj aunque se agradecen otros como la marcha engranada.
En ciudad es una moto muy válida porque el motor podemos rodar tranquilos en marchas largas, incluso en tercera es capaz de salir sin dar tirones. La única pega reside la horquilla, cuyo ángulo de giro es muy limitado y esto entorpece las maniobras en parado o a muy baja velocidad.

Su estética es arrebatadora gracias al escape cromado con doble salida o el basculante monobrazo, por no hablar de su afiladísimo colín de espectacular diseño. Su personalidad estética es innegable así como la calidad de acabados y la utilización de bueno componentes. Por eso, aunque su precio está ligeramente por encima de sus rivales, tiene opciones frente a ellas porque aporta no sólo el nombre MV y lo que ello significa, sino que también cuenta con una fuerte personalidad estética y mecánica así como argumentos técnicos de los que carecen sus rivales, como el control de tracción.
Por eso esta divertidísima y excitante Brutale 920 cuyo precio es de 12.995 merece tu consideración si eres de los que tienen en mente una Triumph Speed Triple, KTM Super Duke, Kawasaki Z1000 u Honda CB1000R.