La marca japonesa plantea un cóctel muy especial con este modelo a medio camino entre una moto deportiva y una turística. No llega a ser ni una cosa ni la otra por eso está en un terreno ambiguo y eso la hace apetecible para los que buscan una moto polivalente pero con actitud deportiva aunque no desean introducirse en el cada vez más minoritario universo “RR”.

La avispa se pone de traje

Realmente estamos ante una Hornet con semi-manillares y carenado de estilo deportivo. Así que como propietario de una versión 2007 que es igual a la actual salvo unos pequeños retoques estéticos y la horquilla regulable, la moto me era tremendamente familiar, sobre todo en el tacto del motor que es idéntico.

Las geometrías de dirección también son clavadas así que salvo por la posición que obviamente condiciona la conducción, las reacciones dinámicas son también muy similares. Es decir se trata de una moto ágil y a la vez estable, fácil de conducir y con tacto deportivo. La horquilla permite su regulación en precarga y extensión para adaptarla lo mejor posible a las diferentes necesidades y condiciones. Sin modificar nada, tanto delante como detrás la moto ofrece un logrado compromiso entre la dureza necesaria para practicar una conducción alegre y el confort que siempre se agradece al pasar por firmes rotos o bacheados. Para los más quemadillos pecará de un poco blanda tal y como viene de serie y quizá el monoamortiguador trasero, directamente anclado al basculante, sin bieletas, no tenga el tacto fino que requiere una conducción al límite.

En positivo

  • Polivalencia
  • Confort
  • Frenos

En negativo

  • Asideras pasajero
  • Respuesta en bajos
  • Precio

Personalidad múltiple

Dinámicamente se defiende bien en todos los terrenos, ya sea ciudad, carretera o autovía y esto es una virtud porque no es fácil que una moto sirva para todo o casi todo. Cierto es que para viajes largos su posición no es la más idónea pero al tener los semi-manillares por encima de la tija, la postura no es muy forzada y permite recorrer bastantes kilómetros sin descanso aprovechando la protección de la carrocería.

Llama la atención por las formas suaves de su carenado de estilo bastante conservador que está rematado en la parte delantera por una efectiva cúpula para completar una protección aerodinámica suficientemente buena.
Datos técnicos y galería Honda CBR600F >
El motor tiene el típico carácter de un tetracilíndrico japonés: respuesta tímida en bajos que va acrecentando su vigor a medida que la aguja escala en el tacómetro, para ofrecer la máxima potencia muy arriba a 12.000 rpm, donde el motor ya muestra incluso con furia de lo que son capaces 102 CV.
Pero hay que buscarlo pues se trata de un motor hasta dócil si lo llevemos por debajo de las 5.000 rpm, muy apropiado para incluso ciudad donde podemos circular en marchas largas consumiendo lo justo pero sin contar apenas con aceleración por la ausencia de par abajo. Aunque en general se adapta perfectamente a nuestras exigencias proponiendo un rango de uso ciertamente amplio y un funcionamiento tan suave como silencioso, mientras no le busquemos las cosquillas, claro está.

Cómoda y segura

Cuando el temperamento se destapa contamos con un equipo de frenos asistidos por ABS y de esquema combinado: lo que Honda define como “Combined ABS”. Una solución muy efectiva porque sin necesidad de contar con pinzas radiales tenemos a nuestra disposición un sistema muy seguro y que para nada menoscaba la faceta deportiva de su polivalente personalidad. El ABS no resulta intrusivo y el tacto de la maneta posibilita frenar con precisión y potencia.

A la posición de conducción relativamente cómoda hay que sumar un asiento amplio con buen mullido cuya distancia al suelo permite llegar sin problemas al suelo, incluso a motoristas que no sean muy altos. El problema lo tiene el pasajero debido al último rediseño de la Hornet que al adoptar el colín de la CB1000R, ahora no dispone de asideras que han sido sustituidas por la típica tira en el asiento y dos poco ergonómicos huecos para las manos bajo el asiento, eso sí quedan muy bien integrados en el diseño, casi ni se ven. Al no ser una RR, no me parece una solución idónea porque las manos tan abajo y retrasadas no dan la confianza de una asideras normales.

La instrumentación es totalmente digital y no destaca por la abundancia de información pero tampoco prescinde de cosas esenciales como el nivel de combustible, testigo de reserva o un reloj horario. Es sencilla, como en general la CBR600F que sin recurrir a grandes sofisticaciones técnicas es una moto que va francamente bien por lo efectiva que resulta en todo tipo de asfalto y carreteras. Por eso su precio de 9.199 € nos parece quizá un poco alto y esto puede ser un handicap para convertirse en una súper ventas y así emular no sólo el concepto de su antecesora sino también su carácter tremendamente popular. Si te la compras seguro que no te arrepentirás porque tiene toda la calidad Honda en un formato interesante y desde luego deportivo aunque sin excesos.