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Detalles para el día a día
Aquí es donde más diferencias podemos encontrar. Lo primero que hay que decir es que los dos modelos ofrecen diferentes y excelentes argumentos prácticos, y si bien al C600 Sport le sitúan por encima de sus competidores en el segmento más deportivo, al C650 GT le ponen simplemente a la altura de sus rivales.
Por su parte el C650 GT no necesita recurrir a inventos para ofrecer espacio debajo de su asiento. Por supuesto hay sitio para dos integrales y si quieres transportar equipajes de cierto volumen podrás aprovecharlo por completo, una ventaja frente al hueco desplegable del C600 Sport que sólo ofrece capacidad extra cuando la moto queda estacionada.
>Ficha técnica y precio BMW C600 Sport
>Ficha técnica y precio BMW C650 GT
Encima del hueco, es decir en el asiento, el GT ofrece un mayor mullido pero el Sport no puede considerarse en absoluto incómodo. Es más firme y deportivo pero no molesto, y si hablamos del pasajero dispone de un mullido correcto, no empuja encima del piloto y es suficientemente ancho para culos estándar, con asideras laterales y estriberas plegables de estilo deportivo bien situadas. En el caso del pasajero del GT la diferencia de altura con respecto al conductor es pronunciada -va como en un segundo piso- y si bien esto puede ser agradable para tener una mejor panorámica resulta molesto para encaramarse al asiento, especialmente en nuestra unidad dotada de top case opcional. Aún tiene otra pega y es que las plataformas fijas son demasiado estrechas y la carrocería sobresale justo a la altura de los tobillos, por lo que los pies no quedan en una postura muy confortable. A pesar de que este es el scooter turístico en realidad no es mejor que el deportivo si hablamos del pasajero.
Equipamiento y accesorios
Pecados de juventud
En cuanto a los acabados hemos observado algunas pegas. Por ejemplo los espejos del GT vibran un poco de más y las tapas de los huecos frontales en el Sport son un poco endebles. En nuestras dos unidades advertimos una pequeña avería en cada una: en el GT no funcionaban bien ni el nivel ni el testigo de gasolina (al parecer le ha pasado ya a algún cliente, y aunque la avería es pequeña las consecuencias pueden ser engorrosas) y en el Sport, al accionar la llave para abrir el hueco bajo el asiento, el gancho que lo sujeta no se liberaba sólo por lo que había que girar la llave con una mano y levantar el asiento con la otra al mismo tiempo.
Por todo lo demás nos han parecido lo más atinado que puede imaginarse que haga a la primera un fabricante de motos que se pasa a los mega-scooters. Han logrado trasmitir un tacto de solidez y precisión propio de una moto y que está fuera del alcance de cualquiera de sus rivales, porque para mi gusto todos quedan por debajo de los scooters de BMW en cuanto a comportamiento dinámico. El motor anda mucho como cabe esperar, si bien vibra y el embrague podría ser más suave. Pero al fin y al cabo detalles que no empañan un acierto general que resulta hasta sorprendente a la primera.
¿Y... cual me quedaría?
Volviendo a la comparación entre ambas, y si queréis saber cual me quedaría… creo que si rodase generalmente por ciudad y saliera a carretera para disfrutar los fines de semana y con buen tiempo el mío sería el BMW C600 Sport. Pero si tuviera que usar mi scooter a diario para recorrer unos kilómetros por carretera además de ciudad y obviamente si me estuviera planteando hacer viajes de larga distancia, me decantaría sin dudarlo por el BMW C650 GT. Parece que no me mojo pero la verdad -y para acabar de rematar esta impresión- si cambias de uso habitual ninguna de las dos va a defraudar metida en la piel de la otra.
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