Primero se presentó la CRF450R, y ahora le toca el turno a la Honda CRF250R, la nueva cross de la marca japonesa que viene cargada de novedades en 2018. Nuevo motor y nuevo chasis para una moto que se pone al día en la competida categoría de MX2, y para ello se anuncia un incremento en la relación de potencia/peso y también una notable ganancia en la aceleración.
Con los cambios introducidos en el motor, Honda afirma una ganancia notable en la zona alta de vueltas, que además eleva en 900 su zona roja. Esta mejoría lo han conseguido, en gran parte, al variar las medidas del diámetro y de la carrera, adquiriendo una configuración más cuadrada. Una carrera más corta permite el uso de unas válvulas de titanio más grandes.
Este nuevo motor incorpora dos toberas de escape, cada una de ellas con su propio codo descendente, lo que permite una mejora en la salida de los flujos de gases, además de ayudar al centralizado de las masas.
Uno de los mayores cambios en 2018 es la incorporación del arranque eléctrico, que sustituye al pedal de arranque. Lógicamente, para su puesta en marcha se ha montado una batería de ion-litio bastante compacta.
Destacar igualmente los tres modos de conducción -Estándar, Suave y Agresivo- que el piloto puede seleccionar a través de un botón situado en la piña izquierda del manillar, que además incorpora una pequeña luz que indica el mapa elegido.
Parte ciclo de la Honda CRF250R 2018
Nuevo chasis para la "dos y medio", exactamente el mismo del de la "cuatro y medio", con la que también comparte las suspensiones. Supone este cambio una rebaja de 340 gramos respecto del anterior, además de variar la geometría, distancia entre ejes y el ángulo de lanzamiento, entre otros aspectos. También es diferente el subchasis, ahora de aluminio extrudido, el cual es más ligero.
La horquilla es una Showa de 49 mm y muelles helicoidales, que sustituye a la anterior, también Showa, SFF-TAC-Air, y que es una versión del kit de competición que se utiliza en el campeonato japonés de motocross.
Un detalle peculiar es el uso de un depósito de gasolina de titanio cuyo peso es de sólo 1.039 kg, medio kilo menos que el anterior de plástico y cuya capacidad es de 6,3 litros.
