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Deportivo pero sin pasarse, con cierta elegancia y mucha originalidad, es la primera impresión que transmite el Super Dink uno de los modelos más importantes ahora mismo en el catálogo Kymco. A mediados de 2011 se presentó una evolución con ABS y otras mejoras importantes que os contamos cuando acudimos a la presentación. (Ver reportaje). En general es un scooter muy bien planteado pero que podría haberse afinado en algunos aspectos puntuales que le hubiesen valido una matrícula de honor en el examen de la calidad respecto al precio. Su mejor argumento es un buen rendimiento general y un diseño que ha ido un paso más allá respecto al último Xciting 500 ABS que ya tenía su encanto, para dar justo en el clavo, porque si el Super Dink es tan popular seguramente como mínimo es por su diseño y precio.

Buenas piernas

En marcha destaca sobre todo la velocidad punta capaz de desarrollar gracias su motor que por otro lado sacrifica algo de chispa en la salida que no es su fuerte. Lo es el medio régimen que tanto usamos en ciudad y se agradece porque siempre notamos algo de fuerza reservada en el puño. Cuenta con buen tacto pero vibra un poco al ralentí. El consumo se sitúa en torno a unos 4,3 l/100 km, una cifra que posibilita una autonomía cercana a los 300 km que podremos hacer tanto por la ciudad como por la periferia urbana porque no se amedrenta ante unas decenas de kilómetros diarios por carretera o autovía. No tenemos margen para adelantar obviamente pero con muy pocos scooters de 125 cc se puede ir tan deprisa como con el Super Dink con terreno por delante.
>Ficha técnica, precio y fotos Kymco Super Dink 125 ABS
En marcha destaca por su imperturbable estabilidad tanto en recta como en curvas. Se comporta como un scooter de mayor envergadura y eso lo hace muy recomendable para los que a diario tengan que hacer kilómetros por autovía, donde aprovecharán también su envolvente carrocería.

En ciudad se mueve muy bien en lo que respecta a agilidad pero ser ancho de carrocería dificulta a veces pasar con soltura entre las hileras de coches. El funcionamiento de la suspensión es bueno en lo que a la sensación de aplomo que genera pero resulta un tanto brusca de reacciones y llega a resultar algo incómoda cada vez que atravesamos un bache pronunciado.
Mini GT
Cuenta con un puesto amplio para el pasajero aprovechando las generosas dimensiones de la carrocería, cuyo ancho en combinación con las estriberas integradas obligan al copiloto a abrir demasiado las piernas y así dificulta fijar cómoda y totalmente los pies. Lo bueno es que el acompañante va a un nivel correcto para aprovecharse de la protección que ofrecen el piloto y el scooter con su traje de GT deportivo que tanto gusta.

Los acabados no merecen reproche alguno sino todo lo contrario, todo da buena sensación, aunque no de exquisitez. En cuanto al equipamiento es relativamente bueno, con detalles como las manetas regulables, la guantera con toma de corriente o el hueco con luz de cortesía. Sin embargo el cierre del asiento falla en ocasiones, dejando un anclaje liberado y la luz encendida así que debemos tener cuidado para no volver y encontrar nuestro Super Dink sin batería. El hueco bajo el asiento es grande y está diseñado para alojar dos cascos integrales pero ojo porque hay algunos que no entran a pesar de su gran tamaño. También tiene una guantera en la parte delantera izquierda que se agradecería todavía más si fuese con llave.

Y no se deben olvidar los frenos: un buen equipo sin duda, asistido además por sistema antibloqueo que funciona de forma muy efectiva, transmitiendo buen tacto y potencia. Y esto es el complemento perfecto a un scooter con estupendas aptitudes generales y un precio realmente interesante. Y es que si buscas un scooter que te meta y saque de la ciudad con cierta soltura y no tienes otra licencia que tu carné B de coche, el Super Dink puede ser un buen candidato a acabar en tu garaje.