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La marca taiwanesa avanza a grandes pasos en la calidad de sus productos y el Joymax es la mejor prueba de ello. Está cuidado de tal forma que su objetivo no es otro que rivalizar cara a cara con los mejores scooters de 300 cc. Para ello se necesita un producto muy redondo y ése es el que veis en las fotos.> Datos técnicos, fotos y precio SYM Joymax 300i
En este caso las apariencias no engañan, estamos ante un scooter con la calidad en armonía con su buena imagen. Todo está muy cuidado y dispone de detalles, digamos “premium”, como pueden ser los reposapiés retráctiles con imán, luces led, antiniebla (heredados del GTS), retrovisores con intermitentes integrados o freno combinado. Estos elementos son de scooter de primera fila pero no son nada sin un buen chasis y un potente motor que le de vida. Y en este sentido también estamos ante un buen conjunto.
Potente y ágil
Lo primero que destacaría de este scooter es el motor: un moderno bloque al nivel de los mejores del mercado. De tacto muy agradable por su bajo nivel de vibraciones y excelente conexión con la transmisión, sobresale por la notable potencia y la viveza que le da al Joymax 300. Y además la desarrolla de forma muy suave y progresiva. De hecho, la salida no es su fuerte pero gana metros rápidamente y desarrolla una velocidad punta alta, cercana a los 150 km/h reales. Y es que sus 30 CV declarados le sitúan entre lo más potente de sus semejantes.Si sumamos a esto un chasis y unas geometrías que persiguen descaradamente hacerlo muy ágil, tenemos un scooter perfecto para ciudad y con grandes posibilidades cuando circulamos por autovía o carretera.
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En positivo
En negativo
En la metrópoli su carrocería estrecha es una bendición al permitir zigzaguear con tremenda facilidad entre coches, aprovechando su buen radio de giro y la gran precisión del golpe de gas para pasar de forma milimétrica entre los reducidos espacios provocados por la densidad del tráfico. Los espejos van bien por su ubicación en el carenado en vez de al manillar. Esto los sitúa en un plano más elevado y pasan normalmente sin problemas. Pero cuidado porque si los dañas te arrepentirás porque al integrar la intermitencia suelen ser mucho más caros. Para intentar minimizar este riesgo se pueden plegar muy fácilmente, y una vez recogidos el paso entre coches es todavía más fluido gracias a su estilizado cuerpo.
Cómodidad con matices
Pero los espejos tienen una gran pega y esta sí resulta ser un problema real. Apenas se ve lo que sucede detrás por su errónea ubicación en el carenado frontal, y a pesar de su gran tamaño, vemos sobre todo las manos por más regulación que intentemos. Además reciben muchas vibraciones que serían bastantes menos si estuviesen anclados al manillar. Son bonitos pero un poco desastre al ser un elemento vital que no nos asiste con la efectividad que debería.
Un elemento positivo es la ergonomía, muy lograda porque el asiento es cómodo y la posición también, tanto para el conductor como para el pasajero que se beneficia de un confortable respaldo de serie. Además cuenta con unas estriberas retráctiles que fijan muy bien la posición y se pliegan de forma delicada gracias a un sistema de imán. No sabemos si durará eternamente pero está resuelto de una forma elegante.
La pantalla cuenta con un tamaño correcto para proteger con eficacia y el puesto de conducción permite estirar las piernas, por lo que el confort está garantizado, salvo cuando atravesamos baches pronunciados y la suspensión trasera muestra sus reacciones secas que resultan ser un poco incómodas. Y es que la suspensión no es su punto fuerte, ni tampoco la estabilidad a alta velocidad, donde percibimos algunos balanceos que imponen una cierta moderación cuando vamos exprimiendo al máximo el gran po
tencial que nos ofrece el motor.
Elogiables son los frenos, sobre todo el funcionamiento de su efectivo sistema combinado que actúa sobre ambos discos cuando accionamos la maneta izquierda. La derecha se reserva únicamente para el freno delantero que no tiene buen tacto; es mejor funcionar siempre con el sistema combinado.
Minimaletero
Su capacidad de carga bajo el asiento es bastante buena con espacio para un casco integral más uno jet, dejándonos espacio para albergar más cosas gracias a su gran longitud. En su interior encontramos un cortacorrientes y su apertura se puede hacer desde un botón amarillo en la piña izquierda o desde el bombín. Además cuenta con una pequeña ballesta hidráulica que lo sostiene para facilitar las operaciones de carga/descarga. Una luz de cortesía y el piso forrado completan sus buenas detalles bajo el asiento. La pequeña guantera sin llave con toma de corriente tiene una utilidad limitada.
La instrumentación aunque vistosa es bastante sencilla y no ofrece una buena visibilidad cuando el sol proyecta reflejos sobre las cuatro esferas que la componen. La cerradura multifunción cuenta con un mecanismo de protección que se cerraba cada vez que sacábamos la llave; algo un tanto molesto porque nos obligaba a desbloquarla cada vez que encendíamos el scooter. No sabemos si es algo únicamente de nuestra unidad de pruebas...
Su precio de 4.099 € es una tarifa en oferta pero lleva vigente desde su lanzamiento y suponemos que seguirá de forma infefinida porque es la única forma de rivalizar de verdad con su competencia, frente a la que esgrime muy buenos argumentos como la frenada, el motor, la ergonomía y un comportamiento en líneas generales bastante bueno. Cierto es que observamos algunos detalles mejorables en cuanto a acabados pero la sensación general es que estamos ante una buena opción de compra.
