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El K-XCT llega al catálogo de la firma taiwanesa para poner el punto picante a una gama heterogénea en cuanto a estilos y precios pero homogénea en cuanto a productos lógicos y siempre prácticos. En este sentido el K-XCT es un punto y aparte.

Otro nivel

Se trata de un producto con una calidad general por encima del resto de la gama, pero administrada de tal forma que se ha logrado un vehículo muy competitivo en cuanto a precio. ¿A qué nos referimos exactamente? Por ejemplo, prescinde de una instrumentación súper sofisticada para plantear un vistoso cuadro con lo imprescindible. O al abrir el asiento no encontramos un mecanismo hidráulico que lo sostenga como en el Super Dink. A cambio tenemos un aspecto impecable que responde a una calidad de construcción muy buena que evidencian detalles como las vistosas superficies de la carrocería en acabado mate o el perfecto ajuste de toda la tornillería y los paneles que la forman. Además, no le faltan pequeños destellos de buen equipamiento como las manetas regulables, la luz de cortesía en el asiento por célula fotoeléctrica o el avanzado sistema de iluminación delantero mediante diodos led y fibra óptica. Y también cuenta con toma de corriente, caballete central y lateral con corte de encendido o cerradura de seguridad. Es decir, nos parece es una acertada mezcla entre calidad, equipamiento y precio.

Puro dinamismo

Pero para nosotros lo mejor es su comportamiento descaradamente deportivo. Y la responsabilidad recae en una parte ciclo muy bien planteada porque es capaz de dotarle de una tremenda agilidad y dinamismo. Tanto las cotas de dirección como el diseño del chasis completamente nuevo responden a unos criterios muy específicos que logran reacciones rápidas y fluidas para disfrutar conduciendo, y eso que esta unidad de tan sólo 125 cc no puede brindarnos más que 14,5 CV por ley. Como os podeis imaginar, nos estamos frotando las manos para recibir el 300 y sacarle el verdadero potencial al bastidor y las suspensiones.

>Datos técnicos, galería y precio Kymco K-XCT 125

Aún así, el motor que ya conocemos por el Super Dink 125, es bastante enérgico y si bien en la salida tiene poca chispa, la enciende rápidamente para regalarnos un medio régimen poderoso muy válido en ciudad. Como contrapartida, en autovía no logra una velocidad punta real por encima de los 110 km/h pero resultan suficientes para los habituales desplazamientos interurbanos. También destaca por la suavidad de funcionamiento, bajo nivel de ruido y buena conexión con el variador, tres aspectos positivos que se redondean con un consumo muy razonable que se sitúa en torno a los 4 l/100 km.

En positivo

  • Motor
  • Comportamiento
  • Diseño
  • Precio
  • Agilidad

En negativo

  • Suspensión dura
  • Hueco bajo el asiento
  • Protección pantalla
  • Espacio para las piernas


Su buen radio de giro y la ligereza que percibimos tanto en movimiento como en parado hacen agradable su manejo en cualquier situación. Y cuenta con un equipo de frenos muy solvente, sobre todo delante, donde encontramos potencia más que suficiente y buen tacto para modularla. No podemos decir lo mismo del trasero que bloquea con cierta facilidad la rueda y a poco que tiremos de la maneta un poco más de la cuenta, estaremos derrapando completamente de lado pero de forma muy noble.
Y es que la parte ciclo, compacta entre ejes y deportiva en sus cotas de dirección, es el verdadero baluarte de un scooter que con el diseño remata su atrevida propuesta. Y decimos atrevida porque también tiene sus contraindicaciones para los que buscan deportividad pero a la vez sentido utilitario. Estos echarán de menos algunas cosas importantes: pantalla parabrisas más grande, hueco bajo el asiento más amplio, suspensiones más confortables, y en general, un puesto de conducción más generoso en cuanto a habitabilidad.

La personalidad marca

Pero el K-XCT tiene muy claro que su misión es encandilar por diseño y comportamiento a un público cuyas aspiraciones a la hora de hacerse con un scooter son algo más pasionales que lógicas. Porque ellos no se quejarán de una suspensión dura que contribuye a ésa precisión y estabilidad a cualquier velocidad, ni tampoco del poco espacio para las piernas tanto en la plataforma como a la hora de estirarlas, que limita algo el confort, sobre todo para aquellos pilotos de talla XXL, obligados a flexionar mucho las piernas debido a que la plataforma está más elevada de lo normal para evitar que toquemos con las partes bajas del scooter en las inclinadas más pronunciadas que con tanta facilidad efectúa. En cambio, el copiloto cuenta con un puesto sin estrecheces, con unas buenas asideras y unos reposapiés extraíbles que fijan muy bien su posición.

Un aspecto que no nos ha convencido es el hueco del casco que no es pequeño pero cuyo diseño dificulta mucho poder alojar un casco integral. Hay cascos con muchas formas en el diseño de la calota y eso a veces marca la diferencia a la hora de poder guardarlos mejor o peor, pero tan sólo uno de los cuatro que probamos logró entrar, no sin algunos ajustes previos para encontrar la forma idónea y forzando un poco el sistema de cierre. Para nosotros, este hueco es perfecto para cualquier casco jet o semi-jet pero no para un casco con mentonera. También lo es incluso para transportar un ordenador portátil porque es lo suficientemente ancho para guardar bastantes cosas. Complementan para las labores de carga un gancho portabolsas y una guantera con toma de corriente aunque sin llave situada en la parte izquierda.

Las virtudes deportivas del K-XCT son indiscutibles porque no sólo parece deportivo sino que lo es, para bien y para mal

Resaltar el asiento con un mullido blando y espeso que hace confortable los desplazamientos que con el mal tiempo se tornarán menos agradables ya que la pantalla ahumada tiene un diseño corto y rebajado por el centro, ofreciendo una singular forma pero limitada protección frente a lo que nos venga de cara. Aunque cierto es que con esta unidad de 125 cc y sus prestaciones, tampoco acusaremos tanto esta pequeña pero llamativa pantalla que estéticamente le sienta muy bien.

Y algo fundamental en este scooter es el precio -3.199 € y ahora con el seguro gratis-, contenido al máximo teniendo en cuenta la buena sensación de calidad general, su potente motorización y un diseño que atrapa miradas allá por donde pasa. Y esta puede ser una de las claves para que el K-XCT 125 sea una de las sensaciones del escenario urbano, últimamente falto de propuestas con verdadero pedigrí deportivo como en su día fueron el Derbi GP1, el Peugeot Jet Force o el Gilera Nexus/Aprilia SR Max, estos dos últimos todavía en venta pero súper solitarios en el panorama de los maxiscooters más radicales.