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La cilindrada de 400 cc en los maxiscooters recobra el protagonismo gracias a estos dos nuevos modelos rebosantes de personalidad y con unas interesantísimas aptitudes generales que huyen del concepto GT que imperaba hasta hace poco en el segmento.

Ambos representan una importante saga para sus respectivas marcas ya que tanto X-Max como Xciting evocan maxiscooters de mucho éxito comercial para ambos fabricantes.

Pero estos inéditos modelos de 400 cc suponen una vuelta de tuerca a los conceptos que encarnan y además tienen el mérito de presentarse ante el público con unos precios que restan mucho sentido a la compra de cualquier scooter de 250-300.

Ambos huyen del tradicional concepto GT de la cilindrada y apuestan por un sentido más urbano y un precio racional

5.999 € es el precio del Yamaha X-Max 400 y 5.399 € el del Kymco Xciting 400 así que la tarifa no marca grandes diferencias sino más bien lo que te pueda ofrecer cada uno a diario y en cada escenario donde sean susceptible de utilizarse que son muchos.

Y es que si algo caracteriza a ambos es su polivalencia que viene dada en gran medida por la capacidad de sus motores monocilíndricos. Así que los propulsores pueden ser un buen punto de partida para analizar los puntos esenciales de estos dos maxiscooters.

Motorizaciones: diferencias "a priori"

A priori hay una notable diferencia de potencia (5CV) entre ambos monocilíndricos pero en la práctica la cosa se iguala bastante. De hecho no podemos afirmar con rotundidad que el Kymco sea muy superior a pesar de esos 36 CV anunciados frente a los 31 del Yamaha, aunque sí es evidente que desarrolla una mayor velocidad punta, ya que a partir de las 6.000 rpm el motor se anima mucho y acaba dejando atrás al Yamaha.

El rendimiento del X-Max 400 es diferente, con una aceleración mucho más vivaz y una respuesta más directa cuando enroscamos a fondo el acelerador desde parado. Esto ya nos da una idea de la diferente orientación que han buscado ambos fabricantes con sus maxiscooters de 400 cc; el Yamaha es más urbano y veloz en este entorno y el Kymco explota mejor su mecánica en carretera, donde su faceta deportiva se hace más patente.

>Ficha técnica comparativa Kymco Xciting 400/Yamaha X-Max 400

Eso sí el buen tacto y refinamiento de ambos motores es innegable y cuesta decantarse por uno u otro ya que transmiten pocas vibraciones, progresividad y suavidad. Se nota el buen trabajo hecho por los ingenieros para evitar que con tanto cubicaje para un solo cilindro se muestren bruscos gracias, entre otras cosas, a sus ejes contrarrotantes.

Tampoco los consumos establecen grandes diferencias ya que arrojaron cifras similares entre 4 y 5 litros de media a los 100 km, siempre dependiendo del ritmo que impongamos con el acelerador. Pero sí podemos afirmar que ninguno de los dos es especialmente “tragón”.

Comportamiento: agilidad vs estabilidad

Dinámicamente estamos ante dos scooters que van francamente bien pero de nuevo las diferencias son notables. Ambos son rápidos pero cada uno tiene su especialidad: en carretera y autovía el Kymco Xciting 400 es el claro dominador por su aplomo y precisión pero la cosa cambia en ciudad donde el Yamaha X-Max 400 se muestra mucho más ágil y apropiado, incluso por dimensiones ya que es ligeramente más compacto en anchura y longitud. Aunque tiene un elemento que juega en contra de la movilidad y es su voluminoso escape que lo ensancha en su parte trasera y debemos tener cuidado para no golpearlo cuando los espacios están ajustados. Es una lástima que no hayan podido resolver mejor este elemento porque estéticamente tampoco le hace ningún favor.

Esto hace que si eres de los que usas el scooter fundamentalmente por el corazón de la metrópoli el X-Max sea una opción más lógica porque se desenvuelve mejor, con potencia y mucha rapidez reacciones. Esto no quiere decir que en autovía sea un mal compañero pero no transmite las sólidas sensaciones del Xciting, ya que el Yamaha comienza a mostrar balanceos de la rueda delantera cuando vamos fuertes en plena curva, cosa que no ocurre con el Kymco.

Y lo mismo a la inversa pasa con el Xciting. Que su especialidad sean los espacios abiertos donde exprimir el potencial de su parte ciclo y la potencia del motor en absoluto es un obstáculo para tenerlo si vivimos en plena ciudad. Ambos sirven para todo pero sus fabricantes los han dotado de diferentes aptitudes.

Llama mucho la atención lo fácil que es tocar con el caballete del Yamaha -sobre todo por el lado izquierdo- en las inclinaciones sin ser excesivamente acusadas, y en cambio el Kymco parece no tener fin a la hora de tumbar, admitiendo las inclinadas mas salvajes sin ser capaces de oír el metal contra el asfalto. Con pocos scooters tenemos ésa sensación y además podemos confiar mucho en el agarre de sus neumáticos Maxxis.

Los frenos de nuevo marcan diferencias pero en esta ocasión nos cuesta decantarnos por uno u otro ya que a su manera ambos equipos hacen su trabajo con suma eficacia. La pinza radial del Kymco deslumbra no sólo por el efecto estético tan deportivo sino que su rendimiento es el que te esperas de un planteamiento así: mucha potencia con poco esfuerzo. Eso exige aprender a modularla para no aplicar demasiada fuerza de golpe y no poner en aprietos a la horquilla que se hunde bastante en las retenciones más fuertes.

En cambio el Yamaha es menos potente pero más dosificable y por eso menos exigente con la precisión que debe administrar el piloto. Ambos aprueban con buena nota en este apartado.

Ergonomía: urbano vs deportivo

Las posiciones de conducción también se han planteado de muy diferente manera, pues el Xciting apuesta por una postura deportiva plenamente acorde con su imagen pero el X-Max ubica al piloto en una posición más típica de scooter. A pesar de las diferencias ambas son cómodas, con respaldo y posibilidad de estirar las piernas.

Otra cosa es la pantalla parabrisas, un importante aspecto en un maxiscooter: el Yamaha destaca al contar con una más grande y obviamente más afectiva a la hora de protegernos. Pero sorprende la del Kymco que a pesar de ser corta resguarda bastante bien al piloto incluso por autovía.

El eventual pasajero viaja cómodo en los dos pero tendrá más dificultades para subirse al Xciting 400 que al X-Max 400. Y los pies van bien fijados en ambos casos gracias a las estriberas extraíbles, la mejor forma de ubicar bien al pasajero.

Volumen de carga: un casco de diferencia

Aquí el Yamaha le saca al Kymco un casco de ventaja, y eso mucho. El japonés ha logrado conservar esta rasgo que tanto éxito ha reportado a la saga X-Max con su práctico hueco largo y estrecho capaz de albergar dos cascos integrales, mientras que el Xciting sólo puede acoger uno aunque con matices; sobra espacio para muchas más cosas y el hueco con forma cuadrada es muy aprovechable para meter un portátil, por ejemplo. Digamos que pierde pero no “por goleada” y cuenta con un hueco más refinado que sostiene el asiento mediante un sistema hidráulico y cuenta con luz que se activa mediante célula fotoeléctrica. En cambio el del Yamaha no cuenta con sistema hidráulico y tampoco se muestra del todo fino a la hora de abrirse desde el clausor.

Ambos cuentan con guanteras en el lado izquierdo de la columna de dirección pero la del Xciting 400 no tiene llave y por lo tanto es menos práctica. A cambio tiene gancho portabolsas que viene muy bien para contar con un método auxiliar de transporte, algo de lo que carece el X-Max 400.

Calidad y equipamiento: buen nivel

El listón de calidad en ambos casos es realmente bueno y más si tenemos en cuenta sus precios realmente competitivos que podrían comprometer este apartado porque se supone que en algo hay que ahorrar. Pero no, en ningún caso hemos encontrado cosas reprochables y aquí quizás el Yamaha cuente con algo de más de calidad en los plásticos utilizados pero es una sensación más que una realidad irrefutable. De ajustes los dos brillan a gran altura.

En cuanto al equipamiento Kymco aporta más destellos en general, pues incluso el Xciting 400 dispone de freno de estacionamiento, algo siempre útil en maxiscooters que ya tienen un peso a tener en cuenta. También ofrece manetas regulables algo que siempre se agradece y de lo que adolece el X-Max 400. El uso de numerosos leds para la iluminación también juega a favor del Kymco con el que se ha hecho un gran trabajo en este aspecto.

Las instrumentaciones ofrecen una apariencia moderna aunque nos quedamos sin dudarlo con la del Yamaha porque es más completa y cuenta con interesantes funciones como los kilómetros recorridos con la reserva o la temperatura ambiente. El Xciting “pincha” debido a un cuadro muy básico en cuanto a nivel de información y con un diseño que no es de nuestro agrado.

Conclusion

Decantarse por uno u otro debería depender del uso que vayamos a darle, ya que hemos comentado que el Yamaha es claramente más urbano y el Kymco en carretera capaz de brindarnos mejores sensaciones de conducción. También habría que valorar los dos cascos que el X-Max es capaz de albergar, algo que es muy útil para casi todos los usuarios de un maxiscooter. Y como no hay grandes diferencias en el precio, el diseño jugará una baza muy importante a la hora de decidirnos por uno u otro. Nosotros todavía estamos indecisos porque aunque suene a tópico es cierto; con cualquiera de los dos acertaríamos ya que son dos muy buenos maxiscooters.