Una inyección de mejoras

Precisamente esta nueva generación ha ahondado en estos dos importantes aspectos para continuar cautivando al público. La seguridad
 ha sido sin duda lo más reforzado gracias a la adopción del sistema ABS/ASR, es decir control de tracción y antibloqueo de frenos de tres canales en un mismo lote, con el ASR desconectable. También se han incrementado el diámetro de los discos delanteros así como el de la llantas. El disco pasa a ser de 258 mm (antes 240) y la llanta de 13”. Además por su especial homologación dispone de un pedal en la parte derecha que acciona ambos frenos a la vez.

También se ha trabajado en el hueco bajo el asiento que se ha diseñado de nuevo ya que el MP3 pierde la tapa trasera que tenía a modo de maletero. Piaggio anuncia ahora un hueco en el que caben dos cascos integrales gracias a una forma rectangular bastante homogénea, donde un portátil o una pequeña compra cabrán sin problemas.

La mecánica de 499 cc también ha sido otro de los objetivos importantes para dotarla de mayor suavidad de respuesta al acelerador y menor consumo de combustible, manteniendo su potencia de 39 CV que tan bien le viene al pesado Piaggio MP3 500 LT que gana entre seis y siete kilogramos respecto a su predecesor. Otra de sus novedades es que el Piaggio MP3 500 ABS-ASR puede conducirse con dos mapas, con un ECO para ahorrar combustible entre un 10-15% respecto al modo estándar, que como hemos dicho anuncia un consumo más bajo, cifrado en torno al 10% sobre la versión anterior.

Y por último la ergonomía también ha sido replanteada para dotar de una mayor comodidad tanto al piloto como al copiloto. Cuenta con sendos respaldos y también con unas estriberas retráctiles que ahora fijan mejor los pies del acompañante. La pantalla es más grande para optimizar la protección y el asiento también ha crecido para proporcionar más espacio y por lo tanto confort. También cuenta con una curiosa guantera (sin llave) sobre la instrumentación con toma USB que entre otras funciones que podemos buscarle, nos propone anclar nuestro smartphone con un soporte y conectarlo a la App de Piaggio llamada PMP que tiene muchas funcionalidades y parámetros interesantes.

Digamos que todo ha mejorado en este modelo donde un gran porcentaje es totalmente nuevo, incluidos los plásticos de la carrocería que ha cambiado mucho, sobre todo en la parte posterior que se ha inspirado en el Piaggio X-10. La parte delantera ha sido sutilmente rediseñada, modernizándola pero manteniendo intacta su personalidad anterior. Destaca la nueva luz diurna de alta eficiencia con 7 LED’s.

En marcha

Tras toda la teoría que nos explicaron, había que comprobar en un breve paseo de unos 30 km si estas mejoras se notaban en marcha que al fin y al cabo es lo que cuenta.

Los primeros metros ya nos certificaron que el trabajo hecho sobre el motor es muy acertado porque ahora el propulsor es bastante más suave en su respuesta, lo que tiene mucho mérito tratándose de un monocilíndrico con tanto cubicaje. Además mantiene su progresividad y energía en todo el margen de revoluciones. Lo que no pudimos certificar evidentemente la reducción del consumo, algo que dejamos para una prueba en profundidad más adelante.

El nuevo MP3 500 LT mantiene las mismas cualidades dinámicas de su predecesor y cuesta muy poco habituarse a la sensación que transmiten sus dos ruedas delanteras ya que su comportamiento es bastante natural. Lo que sí certificamos es el mayor aplomo que transmite su rueda de 13” cuando vamos a fondo y el marcador ya coquetea con los 140 -150 km/h.

Los frenos fueron otro de los objetivos en estos pocos kilómetros que pudimos rodar y nos dejaron una sensación extraña, no sólo de no haber mejorado sino incluso de frenar algo peor que antes. Por supuesto esto no quiere decir que no frene bien pero el tacto de la maneta derecha que actúa sobre los discos delanteros no rindió como esperábamos; nos pareció dura y algo descompensada. Aunque no hay problema porque actuando con las dos manetas independientes a la vez obtenemos una frenada sobradamente eficaz que además tiene el apoyo del sistema ABS desarrollado por Continental y el freno combinado al pie derecho aunque no ofrece un buen tacto. Incluso incomoda un poco porque apenas deja espacio para el pie y cuesta encontrar un hueco pero son cosas del guión para poder homologarlo como triciclo.

Pocas sensaciones más pudimos experimentar durante esta breve pero esclarecedora toma de contacto en la que salieron a relucir las buenas cualidades de la suspensión y el motor principalmente, así como la comodidad de un scooter que seguirá siendo la referencia en esta nueva etapa.

Piaggio ya lo comercializa a un precio de 9.099 € para la versión estándar y 9.699 € para la ABS/ASR. Se ofrece en dos acabados, Business y Sport que se diferencian únicamente por las combinaciones de colores, más serias y elegantes unas y más sport las otras: el más deportivo se comercializa en Negro Carbono, Plata Cometa y Azul Laguna; el elegante lo hace en Blanco Iceberg y Negro Universo.