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Las naked son motos que transmiten como pocas las sensaciones de conducción debido precisamente a su diseño sin tapujos. Te comes todo el viento y eso hace que sea un desafío ir deprisa con ellas pero cuando tienes una moto entre las piernas como esta Brutale 800 no queda otra opción que ir a ritmo que marca su temperamental carácter.Datos técnicos Brutale 800 >
Después de algunos meses sin montar en moto debido a una lesión de espalda tuve la feliz idea de poner a prueba mi recuperación con la
Bruta, bruta..
Los 125 CV del motor no parecen como cifra nada desafiantes, ni mucho menos, pero cuando estás ante una moto tan ligera (167 kg), el poder de la caballería se multiplica gracias a la ausencia de lastre y uno comienza a medir los golpes de gas ante las estampidas que se producen cada vez que abres a fondo. Y es que esta Brutale 800 es una de esas motos que no tienen término medio y acaban llevándote a su terreno…y tú te dejas porque merece la pena caer rendido a su picante labor de seducción.
Y es que su fuerza estética es directamente proporcional a la irreverencia de su poder mecánico, difícil de controlar incluso con el arsenal electrónico disponible, capaz sólo de matizar su genio pero no de ponerle coto, a no ser que la usemos en el modo “Rain”, uno de los cuatro que ofrece el acelerador “ride by wire” desarrollado por Mukuni. Éste es el único modo de conducción donde de verdad se suaviza la entrega de potencia porque en los tres restantes, “Normal”, “Sport” y “Custom” el motor muestra siempre un carácter muy enérgico que acompaña con un sonido excitante y embriagador.

Eso deja el modo “Normal” como el más recomendable casi en cualquier situación ya que no es tan exigente pero nos permite disfrutar plenamente del carácter del motor. El “Custom” es la opción 100% configurable por el usuario donde puede combinar las variables del control de tracción con la entrega de potencia que considera más adecuada. Los modos de conducción se pueden cambiar en plena marcha de forma muy sencilla.
Pura sangre
Como decíamos, el motor es la clave de una moto cuya radicalidad reafirma una parte ciclo deportiva sin paliativos. Es una evolución del

El resultado es un propulsor con una excelente reserva de par y potencia casi en cualquier marcha, ya que sube de vueltas muy rápido en busca de su zona óptima de rendimiento y sonido. Es en torno a las 6.000-7.000 rpm cuando el motor literalmente se desboca pidiendo a gritos subir marchas para aprovechar de forma constante la caballería gracias a su cambio rápido con asistencia electrónica EAS que nos permite no cortar mientras engranamos relaciones. Es el complemento perfecto a un motor con un tacto tan deportivo. Además el “quickshifter” funciona de forma impecable y rara es la vez que una marcha no entra correctamente.

En acción
En ciudad se mueve bien salvo por el escaso ángulo de giro de la dirección que condiciona sus movimientos a baja velocidad. Digamos que se defiende pero donde se encuentra realmente a gusto es en carretera o incluso en circuito donde no la metimos pero seguro que es una fuente inagotable de diversión porque podemos llevar al límite sus excepcionales cualidades dinámicas.
Pero no es una moto fácil sino más bien de reacciones muy rápidas que requiere unas manos con cierta experiencia para disfrutar sin vernos

De camino a un puerto de montaña donde pudiésemos paladear a fondo sus aptitudes ya nos dimos cuenta del tremendo aplomo que transmite a altas velocidades. En curvas rápidas de autovía es muy precisa, no muestra titubeos a la hora de seguir la trazada elegida y parece que cuanto más deprisa vamos, más a gusto está ella. Sólo nos frenan las cervicales que sufren la oposición del viento con toda su fuerza ya que no contamos con la más mínima protección
Y por fin llegamos a serpenteantes carreteras secundarias entre montañas para continuar con nuestro trepidante paseo. Aquí entran en juego el soberbio freno delantero cuya potente mordida unida al poco peso de la moto facilitan su labor. A pesar de ello la transferencia de pesos es fuerte y se aligera de atrás en la frenadas más extremas. También cuenta con ABS desconectable, un ingrediente de gran ayuda para una moto tan extrema.
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Moverla de una curva a otra es realmente sencillo gracias a su ligereza y buena predisposición en cuanto a geometrías para desenvolverse con facilidad y precisión. Pero hay que tener delicadeza con el gas en este tipo de carreteras estrechas y sinuosas, donde nos podemos ver en un aprieto sin apenas darnos cuenta. Es bastante exigente y requiere el 100% de nuestras capacidades de pilotaje para no vernos sorprendidos.
Por cierto, su acelerador electrónico ampliamente criticado por su falta de precisión parecía funcionar a la perfección en nuestra unidad gracias a una actualización de software que acaba de recibir su sistema MVICS (Motor & Vehicle Integrated Control System). Así que el control del motor a baja velocidad fue bastante bueno y la respuesta siempre inmediata y precisa.

A estas alturas no hay duda de la grata sensación que nos ha dejado esta despampanante Brutale 800 que también impresiona en parado por su diseño anguloso y compacto en el que el basculante monobrazo y la triple salida de escape juegan un importante papel.
Como ya anticipa el titular es una moto inquieta, incluso "golfa" en el mejor sentido de la palabra porque te lleva constantemente por el lado salvaje, donde se desenvuelve a la perfección. Cuanto más rápido vas, más cómoda se siente, transmitiendo esas sensaciones que MV Agusta siempre ofrece en sus motos gracias al tacto rígido general que en este caso cuenta con un motor realmente explosivo que condiciona todo lo demás. Pero la calidad de componentes de la parte ciclo y su buena puesta a punto forman un cóctel perfecto para disfrutarlo con cada golpe de gas. Y el precio no es ninguna locura aunque esté por encima de la competencia, a la que también supera cuando hablamos de prestaciones y sensaciones de conducción. MV Agusta anuncia 245 km/h si tu cuello lo resiste.